Por Gerónimo Rivera Cano
Ficha técnica
Dirección: Leos Carax./ Guion: Ron y Russell Mael./ Fotografía: Caroline Champetier./ Música: Sparks./ Intérpretes: Adam Driver, Marion Cotillard, Simon Helberg, Rebecca Dyson-Smith.
Duración: 140 minutos.
Existir no es un musical.
¿Cuánto de gótico puede tener el amor? ¿Cuánto la muerte puede acercarse o estar presente en los rincones de una vida? ¿Hay punto de conexidad entre existir, vivir y entregarse a ser vivido, existido? ¿Cuántas vidas caben dentro de los días?
Puede, quizá, caber una diversidad de temas dentro de una obra, pero siempre tendrá existencia el límite de ella misma, donde comienza, donde acaba. No es el caso de Annette. No es una obra, es la diversidad misma puesta en escena; focalizada bajo cenitales y equilibrándose, balanceándose en un espacio expuesto, que da al vacío y viene del vacío, un espacio donde la verdad se construye, se sabe construida y se percibe su construcción. Se hace táctil a la materia prima, cuerpo de interpretación: el escenario es ese espacio.
¿Sería un riesgo pensar a este lugar como espacio donde medie la intervención del entorno sobre alguien y viceversa, o que alguien intervenga al entorno? Annette guarda la fuerza musical de lo clásico y de lo progresivo, guarda el aroma de la rebeldía, de las personalidades controvertidas; introvertidas entre muros, extrovertidos en la sábana desnuda del darse a la otra vista. Tal cual el paneo de la cámara en algunas escenas, ondula entre quien se da al público para dejarse morir y otro quien se da al público para combatirlo. El hecho de darse, la acción o la omisión que compone a este hecho, es sin duda un eje primordial en la trama narrativa de este filme.
Todas las imágenes son cuidadas, buscan ser logradas y logran plasmarse como no buscadas. Hay una rareza que es propia de la persona de su director: el drama se entrelaza con lo pasional; lo lumpen al tacto es suave como el oro. Léos Carax es provocador, un ingeniero del clímax, un orfebre de las subjetividades en declive.
Una pareja exitosa asediada por la prensa, por el público, por sus propios infiernos; siendo dos es difícil, siendo tres puede ser aún peor; depender del ojo otro es en cierto punto un darse al vacío. De este darse no hay escape. Lo que determina la diferencia es un dilema: tener en cuenta la necesidad y la urgencia de darse al vacío del otro, saber hasta qué punto la identidad es propia,tanto como creemos que es y hasta que otro punto nos es tan ajena como el entorno mismo.
Algunos datos de color para finalizar: la banda de sonido está craneada por los Sparks, en el año 2021 publicaron dos álbumes con el soundtrack escogido de la obra; hay mensajes en imágenes que hacen a el amalgama de los colores: fuerte presencia del rojo, fuerte presencia del azul, esfumados los contornos, un enfoque guiado. La caracterización de Annette es muñequizar la existencia como respuesta a todo lo preexistente, quitado (o cedido).
Podes experimentar esta pieza de arte tormentosa y sin género en plataformas como MUBI.