Por Gerónimo Rivera Cano
FICHA TÉCNICA
Dirección: Ignacio Ceroi./ Guion: Ignacio Ceroi y Mariana Martinelli./ Fotografía: Ignacio Ceroi, Mariana Martinelli y Charles Louvet./Edición: Ignacio Ceroi y Hernán Roselli/ Duración: 86 minutos.
A veces se hace justicia y hay contadores de historias narradas por sus propios protagonistas. Historias que son escritas en el día a día y que por despiste sirven -sin querer hacerlo- de proyecto a otredades atentas, abiertas y serviles a la emocionalidad, a la sensibilidad de las imágenes en este caso.
La memoria que siente cabe también en una tarjeta, un chip, un mapa sentimental hecho de bits y demás tecnicismos de cibernética.
La memoria sensible cabe en todo el cuerpo. Llorar es solo un efecto, la voz es el medio y el mensaje por excelencia.
Calidez y colores pastel es la tonalidad de este film, su identidad no es una, es variada: tiene varios nombres y varias existencias. Y en estas últimas discurre el hilo de la trama. Luego podemos hacer hincapié en los oficios que pueblan las rutinas: caminar y caminar. Suplir los pensamientos por las piedritas del camino. Filmar y filmar. Suplementar las maneras de ver y de guardar lo visto en órganos ópticos. Narrarlo todo como complemento de lo captado; narrarlo todo para que sea luego re narrado; leído, interpretado. Narrarlo todo para que ya no tenga territorio alguno más que la recepción azarosa.
Así nos enseña esta obra a vencer (sin derrotar) al complicado silencio del recuerdo privatizado. Es más; hay un gran compromiso en eso: pues es aseverar lo vivido, invocarlo por medio de la voz o de lo escrito sin exorcizarlo. Desarrollarlo para que siempre sea presente en la retina de quien expecta lo plasmado.
Lo central son las existencias que en historias colman las imágenes atrapadas por una cámara portátil de mano. Y la memoria, ya no directamente la del ojo; sino la antes nombrada con falta de tecnicismo (el mapa esculpido en la tarjeta, en ese espacio de chip).
Para finalizar e invitarles a ver esta obra de representación dos cuestiones: El contexto loes todo y nada escapa de él. El sonido y las locaciones son reales, realidades, entornos. La ficción es real. No engaña. No mimetiza nada. ¿Crudeza? No. Sinceridad.
Por último, como Charly tiene su máquina de ser feliz y Gabo Ferro su silla de pensar; Nacho tiene un testimonio capturado, guardado en una handycam hecha cuerpo que interviene lugares, tracciona momentos y atraviesa pantallas. Más acá del pixel hubo dos vistas sensibles, dos experiencias diferentes que han puesto su cuerpo a la exterioridad, dejando su huella.
¿Qué será del verano?, docudrama Argentino estrenado en el 2021, fue premiado en el Bafici y en Biarritz; podés verlo en MUBI.