Oscuro y retorcido thriller que por momentos roza lo ridículo
Por Blonda @blondavero
Puntaje: 6 /10
Origen: Estados Unidos
Ficha técnica
Dirección: John Polson / Guión: Harriet Warner/ Música: Peter Raeburn/ Fotografia: Trevor Forrest /Reparto: Lily Rabe, Enrique Murciano, Hamish Linklater, Amy Brenneman
Cantidad de episodios: 10
Promedio de duración: 45 minutos
Plataforma: Amazon
Me resulta un poco difícil escribir una reseña sobre esta serie porque aún intento descifrar si me gustó. ¿No les pasa que a veces necesitan un par de horas o incluso días para que lo que vieron decante y se transforme en aprobación o rechazo?
Voy a intentar aclarar mi mente con ustedes.
El problema de la serie no es el reparto. La protagonista es la gran Lily Rabe (ASH, The Undoing) portadora de un rostro tan particular que siempre me obliga a considerarla una tipa jodida hasta que me demuestre lo contrario. Y la secundan Enrique Murciano, no tan guapo como lo hemos visto en Bloodline, Hamish Linklater (quizás no les suena el nombre pero estuvo en The Newsroom, The good wife y en un sinfín de películas. Además es la actual pareja de Lily Rabe), y Amy Brenneman (The Leftovers).
¿Y de qué trata la serie? Podría decirles que es la historia de tres personas con un pasado lleno de secretos. Una mujer que estuvo en pareja con un asesino serial, un violador “recuperado” y con la plena intención de purgar sus culpas, y una madre sumamente obsesionada con encontrar a su hija desaparecida.
Pero hay más. Hay una historia que se entrelaza, que involucra a adolescentes de un orfanato. Y otra trama. Y otra subtrama. Y otra más. Bueno, gente, vayan saliendo de la serie que son demasiados. No falta el viejo recurso de las pesadillas que se cuelan para confundirnos. Hay pistas. Hay buen clima de suspenso. Hay simbolismos quizás demasiado obvios que de tan obvios parecen absurdos y hay buenos momentos. Pocos pero los hay.
El primer episodio es una suerte de presentación: literal. Todas las escenas se ven bastante forzadas para intentar encontrar una excusa para contarnos cuántos años tiene el personaje, qué le pasó antes y por qué está ahí. En otras escenas todo se siente puesto para el rodaje de una manera tan poco natural que deprime.
Volviendo al argumento, todos tienen un pasado turbio, oscuro, casi negrísimo, del que cuentan poco para ir enganchándote. Y acá radica el mayor problema, uno se engancha. Engancharse no significa que el producto sea bueno. Hagan memoria y reconocerán muchas situaciones en las que quizás se vieron atraídos por algo o alguien que no ameritaba 10 estrellitas. Tell me your secrets es eso. La historia no termina de fluir nunca del todo y cuando parece que está tomando envión aparece alguna incoherencia que nos recuerda que es una serie que no será recordada.
Que no se me malinterprete. Tiene todo para ser un buen thriller, pero lo tiene en exceso. Esa superabundancia de tramas, de obsesiones, de oscuridad y de recursos termina siendo agobiante, para culminar en un último episodio saturado en toda su magnitud.
Y para colmo de males, con una escena final diseñada expresamente para una temporada 2. Así que si llegás hasta ese punto estarás condenado a esperar a que la gente de Amazon se digne a confirmar la continuación.