por Vanina Suárez
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Puntaje: 6/10
Ficha técnica:
Dirección: Javier Van de Couter/ Guión: Javier Van de Couter-Anahí Berneri/ Producción: Rosaura Films- Laura Huberman/ Producción ejecutiva: Laura Huberman/ Dirección de fotografía: Federico Lastra- Luis Sens/ Montaje: Andrea Kleinman/ Montaje complementario: Valeria Racioppi/ Dirección de sonido: German Suracce/ Dirección de arte: Camila Pérez- Manuel Franco/ Música original: Nahuel Berneri.
La tragedia de Carmen de Patagones, una ciudad que muchos conocen como la puerta hacia la Patagonia, fue una masacre escolar que sucedió el 28 de septiembre de 2004 en un instituto secundario. Junior, un joven de 15 años hijo de un prefecto, ingresó a la escuela y en un tiroteo hirió a 5 compañeros y mató a 3. Un hecho trágico que golpeó a la Argentina y que generó un planteamiento social y periodístico durante mucho tiempo.
Implosión es una película dirigida por Javier Van de Couter (oriundo de Carmen de Patagones) que también es productor, guionista y actor en varias películas argentinas (Mia, Aire libre, Historias de un clan) y coguionada junto a Anahí Berneri (Alanis, Por tu culpa, El nido vacío). La trama comienza con el relato de dos de sus sobrevivientes Pablo y Rodrigo contando en primera persona y en un video casero algo de los que pasó.
Inmediatamente nos trasladamos 15 años después donde los mismos sobrevivientes serán los protagonistas de esta cinta, ellos que perduraron su amistad desde la secundaria forman parte de un grupo de sobrevivientes que asisten a las escuelas de la zona dando charlas concientizadoras sobre el tema.
A partir de allí y por un impulso interno se ven conmovidos para viajar a Bs As y buscar a Rafael, Junior, el compañero que tiempo atrás los hirió. Este viaje será una implosión, tal como lo designa el título, en la búsqueda de tener muchas preguntas sin respuestas durante todos estos años. La película, que por momentos tiene una mezcla de docuficción, se mete de lleno en las movilizaciones internas de los dos sobrevivientes, con planos cortos y, por momentos agobiantes, la trama plantea un buen disparador, no corriendo la vista hacia al costado, ni escondiendo lo que a estos dos jóvenes los moviliza en la búsqueda. Si es cierto que el desarrollo de la película se diluye en el encuentro con unas chicas y un grupo de jóvenes que intentan ayudar, motivados quizás por el morbo, a que los protagonistas puedan acercarse a la verdad. El final, claramente sin contarlo, es concluyente con ese cimbronazo implosivo del comienzo.
La cinta se difiere de otras películas nacionales, no tiene una estructura narrativa clásica, ni tradicional y eso suma un valor interesante: que dos de los sobrevivientes de una tragedia sean los protagonistas, sin ser un documental pero teniendo lineamientos que cruzan la línea entre lo ficcional y lo personal, se convierte en un experimento cinematográfico muy bien entendido.