por Vanina Suárez
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Puntaje 8/10
Ficha técnica:
Guión, producción y dirección: Tamae Garateguy, Santiago Giralt, Camila Toker / Montaje: Sabrina Parel, Santiago Giralt/ Música: Tomi Lebrero/ Diseño de sonido: Guillermo Picco, Pablo Gamberg, Saavedra Sonido/ Corrección de color: Juan Manuel Casolati (AAC), EdgardAlanPost/ Producción ejecutiva: Federico Carol/ Prensa y difusión: Analía Sánchez.
Upa tiene su sello indiscutible dentro del cine independiente argentino. En el año 2006 Tamae Garateguy, Santiago Giralt y Camila Toker, tres artistas que hoy son muy reconocidos en la industria, se juntaron para realizar una película narrando los pormenores y la cocina de la realización de un largometraje nacional. Esa primera entrega tuvo un presupuesto súper acotado y fue filmada al estilo dogma 95. Cuenta la historia de Fernando, un director de cine novato; Ailén, una productora en crecimiento y Nina, una actriz con muchas ansias de triunfar. Todos comienzan a trabajar luego de que Fernando ganara un premio de 5000 euros en Noruega para un Working in progress. La cinta, que ha sido ganadora en el BAFICI de ese año, tiene fans, seguidores y una estructura narrativa interesante para lo que es nuestro cine nacional. Con planos cortos, cámara en mano y casi como si fuese un documental, si el espectador no conoce el espíritu de la película, fácilmente podría pensar que está frente a un backstage o a un trabajo sobre la realización de un producto audiovisual.
Además ha recorrido festivales tales como el de Locarno, La Habana, Londres, Río de Janeiro y Mannheim y tuvo la presencia de actores como Gloria Carrá, Daniel Fanego, Silvina Acosta, entre otros.
Ya en la segunda entrega, llamada UPA 2, el regreso, casi diez años después, la historia gira entorno a los mismos artistas que se reencuentran en un BAFICI, cada uno está en diferentes proyectos, vuelven a tener uno en común y se le suman actores como Nancy Dupláa y Martín Slipak realizando cameos.
En todas las entregas los artistas se ríen del mundo del cine, los divismos, las condiciones económicas que algunos intérpretes pretenden, las internas entre directores y actores, entre otros. Todas las temáticas se manejan con una gran soltura y conocedores de la industria, cuestiones que hacen efectivos los latiguillos humorísticos que son su gran fuerte.
La entrega de este 2021 vuelve a participar en la Competencia Argentina del BAFICI y está dividida en dos partes, llamadas LADO A Y B. Ya Fernando es un director reconocido por sus pares, Ailén logró posicionarse como una prestigiosa productora y Nina se transformó en una actriz de culto, jurado en festivales de cine internacional. La película comienza con ellos trabajando en un proyecto que los lanzará hacia Hollywood, una historia donde la mismísima Eva Perón tendrá multiversos, muchos universos posibles sobre su vida, y será interpretada por actrices de prestigio internacional, donde Nina, que se ha convertido en la actriz fetiche de Fernando, tendrá el gran personaje de su carrera.
Cuando están encaminados en el proyecto, la pandemia que azotó al mundo los frena y el lado A del film se transforma en una creativa documentación de llamadas por zoom donde los tres artistas se entrevistarán con posibles actores y productores asociados para la colaboración en el proyecto. Es decir que los espectadores seremos testigos de la preproducción en sí misma. Allí las conversaciones con unos diálogos divertidísimos vuelven al eje de lo que realmente es el sello UPA. Con improvisaciones en donde los actores invitados también desplegarán toda su experiencia y sus ocurrencias, entre ellas la bata de Martín Slipak será un detalle difícil de olvidar para quienes seguimos a la saga. En esta entrega Santiago Giralt se destaca con sus divertidísimas y disparatas actuaciones donde intenta convencerlos del gran proyecto de su vida, y que el personaje de Evita será contado por él como por nadie. Se suben a esas comunicaciones Juan Minujín, Martín Slipak, Marina Glezer, Axel Kuschevatzky, Querelle Delage, Ariel Winograd, entre otros.
La historia a su vez cuenta la paternidad de Fernando y nos muestra al hijo de Ailén como estudiante de cine, en proyectos similares con sus compañeros, narrando también como las nuevas generaciones de cineastas cocinan sus propios proyectos.
El lado B (posible spoiler), que tiene una duración de 60 minutos, se focaliza en la desesperación de no poder realizar la película que los tenía unidos a los tres y se sumergen en el proyecto “innovador” de filmar una serie de terror en pandemia y por encargo. Así, nuevamente los artistas harán de las suyas para poder realizarlo y ver sus frutos. La locación será una casona antigua, tendrá a Nina como la protagonista pero Ailén, Fernando y el mismísimo hijo de este último tendrán sus participaciones para poder cubrir espacios o agujeros que la producción en pandemia no les deja manejar de otra manera.
Upa vino recargado, se nota la maduración de los directores y que han logrado que su sello traspase la pantalla. Esta es una película que aunque te cuenten todos los detalles y las circunstancias que suceden en ella, los espectadores deben tener sus propias vivencias.
Los realizadores prometen seguir con la saga e ir prontamente a filmar a Los Ángeles, tal como era el proyecto para este año. La idea de identificarse y filmar a la tribu del cine independiente se transformó en una puerta abierta para que sigan las películas protagonizadas por Nina, Fernando y Ailén.
Es difícil codirigir cualquier film y mucho más ser actores de sus propias películas: Garateguy, Giralt y Toker se aggiornan a los tiempos actuales, son artistas consagrados y aun así siguen poniendo en esta cinta, ya convertida en SAGA, lo mejor que saben hacer.