Por Mónica Sara Eckstein Hauer
IG: monika.sara19
Puntaje:10/10-
Coproducción: Italia, Bélgica, Holanda, Alemania, China
Dirección: Giuseppe Tornatore
Nombrar a Giuseppe Tornatore(Cinema Paradiso) es nombrar un gigante del cine y un sinónimo de constructor de caminos que siempre nos lleva a una misma parada: la emoción del alma. En este viaje tomado de la mano de Ennio Morricone logra una amalgama de cine, música, recuerdos de grandes de la industria cinematográfica(escenas de inolvidables películas musicalizadas por Ennio) y de músicos como Bruce Springteen ,para dar un «pequeño» ejemplo. Hablan directores desde Clint Eastwood hasta Wong Kar-Wai (In the mood of love) Un amplio abanico de maravillosos directores que es imposible enumerar para no cometer el pecado de olvidar a alguno.
El documental dura 156 minutos pero uno ruega que nunca acabe.Los amantes del cine y la música tendrán los ojos humedecidos todo el tiempo. Un festival para nuestras sensaciones.
La magia nos cautiva y seduce. Los que vivimos el boom de los spaguetti western de la mano de Sergio Leone (amigo eterno de Ennio) revivimos nuestras salidas cinéfilas por la calle Lavalle, en aquel entonces un hervidero de films, de corrientes nuevas cinematográficas siempre sobresaliendo Italia y Ennio en cada producción.
Morricone escribió para mas de 500 bandas sonoras y fue un precursor de la musicalización para el cine. Editando la entrevista del director al humilde y modesto músico, intercalando directores, músicos y melodías entrañables que hicieron que las escenas sean épicas, resulta este viaje, uno de ida, porque no se desea retornar.
¿Cómo imaginar el cine sin música, sin las creaciones especialmente escritas para cada secuencia por este hombre que supo interpretar la belleza del cine y el talento de los realizadores con quienes trabajó?
El amor al cine se siente cada segundo. Nadie mejor que Guiseppe Tornatore para dirigir este biopic. Nadie mejor para rendir este valioso homenaje.Obligación cinéfila. mirar este documental.
Se estrena este jueves en las salas. ¡Cita impostergable !