Por Vanina Suárez
vaninagsuarez@gmail.com
Origen: Argentina-Uruguay
Ficha técnica:
Dirección: Felipe Gómez Aparicio/ Guion: Leandro Custo y Felipe Gómez Aparicio/ Producción: Oh my Gómez, Roberto me dejó/ Producción ejecutiva: Pablo Ingercher, Fiona Pittaluga, Ramiro Pavón, Martín Cuinat, Hebe Tacachnik/ Productores: Federico Moreira (La mayor), Nicolás Peréz Veiga (Primo) / Productores asociados: Iván Bein, Bárbara Sarasola-Day, Federico Eibuszyck, Pasto Floreado, Marina Rodríguez Nazar/Dirección de fotografía: Adolpho Veloso/ Montaje: Federico Peretti/ Música Original: Ezequiel Flehner/ Distribución: Cine Tren
Reparto: Mauricio Di Yorio, Umbra Colombo, Nicasio Galán, Alejandro Paker, Antonella Ferrari, José Luis Sain, Sofía Saborido.
Premios:
*Tribeca Film Festival Premiere Mundial
*Festival de Cine de Varsovia, Premiere Europea
*Mostra Internacional de Cine de San Pablo, Premiere Latinoamericana
*Festival Internacional de Cine de Montelupo – Florencia Premio a la mejor película extranjera
*Festival OUTshine de Cine LGBT Competencia Oficial
¿Qué tiene el David de Miguel Ángel que juega a ser una alegoría en esta película? ¿Por qué un cuerpo cuasi perfecto, esbelto y embellecido puede tener conflictos consigo mismo?
El perfecto David es la ópera prima de un director que pareciera empezar un gran camino dentro de nuestro cine nacional; es de esas películas que marcan un sello y el espectador irá por más historias escritas o dirigidas por Gómez Aparicio.
Un joven está obsesionado con su cuerpo, entrena día y noche mientras intenta sobrellevar su juventud, salir con chicas y con amigos; en el mismo marco, su madre, una artista plástica consagrada, moldea a su esbelto David casi como una escultura y trae toxicidad a esta etapa joven por la que todos atravesamos.
Filmada generalmente en interiores, con planos cortos, una iluminación al estilo macabro y tenue, la cual se transforma junto a la banda sonora en el soporte por el que transita el mismo guion. La historia perturba, oprime, sofoca. El espectador logra captar cada una de las encrucijadas por las que el perfecto David atraviesa. Los encuadres están prolijamente trabajados y acompaña al sentimiento de perfección al que el joven anhela llegar.
Una película más que interesante que mantiene la tensión durante los 78 minutos que dura, un volcán contenido que en algún momento tiene que erupcionar.