¿Qué hacemos con el fascismo?
Por Vanina Suárez
vaninagsuarez@gmail.com
Puntaje: 8/10
Origen: Alemania.
Ficha técnica:
Guion: John Quester, Julia von Heinz/ Dirección: Julia Von Heinz/ Música: Matthias Petsche/ Fotografía: Daniela Knapp/ Productora: Coproducción Alemania-Francia; Seven Elephants GmbH, SWR, ARTE, Westdeutscher Rundfunk (WDR)
Reparto:
Mala Emde, Noah Saavedra, Tonio Schneider, Andres Lust, Luisa-Céline Gaffron, Nadine Sauter, Hussein Eliraqui, Victoria Trauttmandsdorff, Michael, Wittenborn.
Premios:
2020: Festival de Venecia: Sección oficial a competición
2020: Festival internacional de Chicago: Mejor reparto
¿Qué podemos hacer contra el fascismo? ¿Intentar aniquilarlo implica llevar adelante cualquier medida?
La película, precandidata por Alemania para la última entrega de los premios Oscar, parte de esa premisa. Muchos años atrás, sobre todo en la década del 70 y 80 era bastante clara la diferencia política entre la derecha y la izquierda, y los objetivos que cada brecha anhelaba cumplir; pero en la actualidad, llena de información y de otras posibilidades esas diferencias que los separan aunque sean abismalmente diferentes, a veces pueden mezclarse en las metodologías para llevar a puerto sus respectivas luchas.
La historia tiene como protagonista a Luisa (Mala Emde), una joven veinteañera adinerada y estudiante de derecho que ingresa a un grupo de activista, quienes intentan desbaratar, denunciar y dejar al descubierto las políticas neonazis que siguen transitando las calles de Alemania en la actualidad. Mientras definen estrategias, a la par que viven la vida, salen de fiesta, estudian etc., algunas de las políticas que llevan adelante como grupo los separa y se replantean cuestiones morales.
Luisa tiene una enorme dicotomía entre su compromiso contra la extrema derecha de su país y si el fin justifica los medios. En un sistema casi como si fuese una bola de nieve, la trama lleva a la joven a no poder parar y sumergirse en lo que quizás deseaba pero sin el control absoluto de lo que sucede.
El P81, el movimiento al que se une la protagonista, comienza siendo una propuesta política revolucionaria y juvenil con vistas a transformaciones certeras frente a un pasado alemán y que pareciese seguir involucrado en la sociedad, a veces de manera tangente y otras con sutiles movimientos que demuestran que el neofascismo no desapareció con Hitler y sus seguidores.
Y mañana el mundo entero, es una gran película reflexiva que invita al debate, incluso con una escena final que dará qué hablar. Un guión, que puede conversar o tener un paralelismo con La ola (gran trabajo alemán, del año 2008 dirigida por Dennis Gansel). Aún sin ser historias similares tienen una transversalidad que es imposible no trazar lineamientos en los que se toquen.
¿El odio, se combate con odio? ¿Para aniquilar ciertas ideologías nefastas debemos enfocarnos a jugar el juego del “ojo por ojo, diente por diente”?
¿El cómo, el cuándo y el por qué? Es una película que constantemente abre interrogantes y, quizás, muchas veces lance la premisa sin resolver nada.
De qué lado está la verdad, ¿a quién le podemos atribuir la bondad o la maldad en los hechos?
Y mañana el mundo entero, es una gran propuesta reflexiva y política, que se puede disfrutar por la plataforma de Netflix.