Por Vanina Suárez
vaninagsuarez@gmail.com
Origen: EEUU
Plataforma: HBO Max
Duración: 89 minutos
Ficha técnica:
Guion: David Koepp/ Dirección: Steven Soderbergh/ Productor: David Koepp, Michael Polaire/ Música: Cliff Martínez
Reparto: Zoë Kravitz, Rita Wilson.
Kimi no es el nombre de la protagonista sino el de un dispositivo electrónico que está en algunos hogares y cumple órdenes del propietario. Ángela es una especialista en tecnología que tiene la función laboral de solucionar errores que ese programa presenta para luego poder satisfacer a los potenciales clientes. La protagonista sufre de varios trastornos obsesivos compulsivos aunque no se distingue exactamente de cuáles; además, padece de agorafobia, un cuadro que se potencia con el encierro de la pandemia, tema que la película trae a la historia, y observamos distanciamiento social y uso de barbijo en una de las primeras películas que trata el tema incluyéndolo en su historia.
Claramente Ángela vive una vida solitaria con consultas médicas, psicológicas y laborales a través de la computadora, tal como “la nueva normalidad” nos permitió desarrollar a todos, pero ese sistema se refuerza debido a su patología de base. En una de las operaciones laborales para detectar fallas en el sistema de Kimi, Ángela cree escuchar una situación de violencia de género y, aunque no lo sabemos fehacientemente, ella se obsesiona con el tema porque lo relaciona con un recuerdo no muy lejano. De esa manera se expande un thriller tecnológico, ya que Kimi es casi un personaje más en la trama, y la protagonista intentará saber qué es lo que le pasó a la víctima que escucha a través del dispositivo.
Dirigida por un director hábil como Steven Soderbergh reconocido por trabajos tales como Traffic, Erin Brockovich, Sexo, mentiras y cintas de video, entre otros, la película empieza con fuerza y tiene el enorme valor de traer la pandemia a la historia, potenciando y mostrando en la pantalla grande la dificultad por la que atravesaron pacientes con ciertos trastornos el encierro, un tema no menor en las épocas que vivimos. Si bien la dirección de fotografía tiene su apartado especial, y Zoë Kravitz también tiene un desempeño actoral impecable, así y todo la historia queda a mitad de camino y lo que podría ser un thriller intenso tiene un desenlace que para no spoilear nada podríamos llamarlo abrupto y hasta descabellado.