por Vanina Suárez
Vaninagsuarez@gmail.com
Plataforma: Star Plus
Duración:152 minutos
Ficha técnica:
Dirección: Ridley Scott/ Producción: Jennifer Fox/ Guion: Matt Damon, Ben Affleck, Nicole Holofcener/ Música: Harry Gregson Williams/ Fotografía: Dariusz Wolski/ Montaje: Claire Simpson
Reparto: Matt Damon, Ben Affleck, Adam Driver, Jodie Comer, Harriet Walter, Nathaniel Parker, Sam Hazeldine, Michael Mc Elhatton.
Basada en The Last Duel de Eric Jager
El último duelo es una película que dura poco más de dos horas y media y está ambientada en el siglo XIV; al leer la sinopsis posiblemente estos factores no ayuden a tener ganas de verla pero cuando la historia empieza a profundizarse es donde encuentra un verdadero hallazgo.
Dirigida por Ridley Scott, un director con amplia experiencia cinematográfica, quien tuvo a su cargo películas como Gladiador, Alien el octavo pasajero, Blade Runner, Misión rescate entre otras, acostumbrado a trabajar en megas producciones históricas y a lidiar con tramas de diferentes géneros. Además, El último duelo está guionada por dos de los actores que la protagonizan: Matt Damon y Ben Affleck, quienes no solo son grandes amigos en lo personal sino que ya han escrito otros guiones como En busca de destino (1997).
La trama plantea una historia medieval pero va más allá de lo que se suele mostrar casi siempre, contada desde tres perspectivas diferentes, la de dos amigos y una mujer. Jean de Carrouges es un noble, heredero de tierras, algo impulsivo y brusco; Jacques Le Gris es un escudero que asciende por sus habilidades financieras y logra ser la mano derecha del Conde. Ambos pelean en la guerra y forman una importante amistad. Jean se casa con Marguerite, una joven prometedora perteneciente a una familia pudiente. Ella denuncia a Jacques por abuso, él la desmiente, la joven no se calla y Jean propone un duelo para salvar su honor.
La película está narrada desde 3 perspectivas, los 3 puntos de vista de los protagonistas, con una originalidad que si bien hemos visto en varias ocasiones aquí pareciera ser un recurso muy interesante que atrapa al espectador desde el primer momento. Ambientada en Francia a fines de 1300 durante la Guerra de los Cien años, en donde Francia e Inglaterra disputaban terrenos y se generó un sentimiento nacionalista, fiel reflejo que se observa en la película cuando todas las acciones son supervisadas o realizadas pensando en exaltar la figura del rey, ya que los hechos suceden durante la segunda fase del conflicto bélico cuando el rey era muy joven.
El duelo es una excusa para plantear un tema vigente, que si bien en la actualidad cobra relevancia, es claro que siempre estuvo presente en todas las sociedades. Un caballero francés se casa solo para obtener un heredero; una joven mujer como trofeo, a la hora de tener un hijo, para amar, debe cuidar lo que dice, lo que hace y que, incluso, no es validado lo que denuncia. El duelo se convierte en un show y Marguerite en un premio, la verdad solo la tendrá quién gane la batalla personal. Una historia de la cual es imposible quedar ajeno y con una enorme profundidad en la trama, el duelo solo pasa a ser un elemento más en la denuncia que se plantea. Si bien mantiene las características de cualquier cinta ambientada en el medioevo: amor, venganza, guerra, lucha entre hombres para demostrar su virilidad, la temática está mucho más cercana al #metoo y a narrar las voces de mujeres durante la antigüedad.
Una película que sorprende, basada en hechos reales y que pasó desapercibida durante la última temporada de premios.