Adictiva miniserie sobre un carismático asesino de hippies
Por Blonda @blondavero
Puntaje:8/10
Ficha técnica
Titulo original: The Serpent (2021) / Fotografía: Seppe Van Grieken, Si Bell, Anton Mertens /Guión: Toby Finlay, Richard Warlow/ Dirección: Hans Herbots (Riviera) Tom Shankland (The Missing)/ Producción: BBC ONE+ Netflix /Origen: Reino Unido/
Protagonistas: Tahar Rahim/ Billy /Howle/ Jenna Coleman/ Amesh Edireweera /Ellie Bamber/ Mathilde Warnier.
Duración: 58 minutos promedio por episodio
Cantidad de episodios: 8
Se puede ver por: NETFLIX
Qué vas a ver
Una coproducción de la BBC y Netflix que cuenta una parte de la historia del criminal Charles Sobhraj. Un loquito que se dedicó a estafar y matar hippies por diferentes partes del mundo. Secuestraba y alteraba sus pasaportes y los utilizaba para moverse de un lado a otro sin dejar rastro, por eso se lo conoció como La Serpiente.
El asesino está encarnado por el guapo argelino de Tahar Rahim (The Mauritanian) y su secuaz es un morochón cool interpretado por Amesh Edireweera, a quien no había visto antes pero me gustaría volver a ver tanto en la pantalla como en la fila del supermercado, ¿por qué no?
Completa el trío asesino una canadiense a la que seduce, conquista y convierte en su pareja, la glamorosa Marie-Andrée Leclerc, interpretada por una convincente Jenna Coleman.
El lado de los buenos lo integran un diplomático holandés de nombre Herman Knippenberg que arriesga todo por atrapar al astuto Charles, su pareja, y dos de sus vecinos en la época en que residió en Bangkok: Nadine Y Remi. Párrafo aparte para Nadine (Mathilde Warnier) que protagoniza los pasajes de mayor tensión de la serie y que sabrán valorar sobre todo los amantes del suspenso como yo. En los minutos finales del episodio 5 se hace insostenible la inquietud y la angustia que provoca acompañarla con la cámara, a tal punto que puse pausa y fui a la cocina en busca de refuerzo de maní para picotear. Volvi a sentarme, di play, comí tres maníes, aguanté diez segundos más, bajé el maní con gaseosa (no siempre hay cerveza) y volví a poner pausa. Este procedimiento lo repetí varias veces por lo que se convirtió en el episodio más largo de la miniserie.
Lo más tentador:
- La ambientación y el vestuario: Una belleza absoluta ver esos departamentos decorados como en los años 70.Mobiliario y detalles de deco que son tendencia en la actualidad. Y ni hablar de esos personajes luciendo camisas bien pegaditas al cuerpo, pantalones de pata elefante y enormes gafas.
- Las actuaciones.
- El ritmo.
- Los créditos con las imágenes de los reales protagonistas de la historia y lo que sucedió con ellos.
Lo menos tentador:
- Los flashbacks. Si bien generan un efecto de serpenteo y no marean ni confunden, son demasiados y pueden llegar a fastidiar un poco.
Resumen: Thriller maratoneable de mucha calidad.