Estremecedor documental sobre la extinción de la vida marina
Por Carla Graciani
Carlagraciani@yahoo.com.ar
Puntaje: 8/10
Origen: EEUU
Ficha técnica: / Dirección: Ali Tabriz i/ Reparto: Ali Tbrizi, Richard O´ Barry, Lucy Tabrizi, Lori Marino, Callum Roberts, Peter Hammarstedt, Lamya Essemlali, Jackie Nuñez, Dianna Cohen, Sylvia Earle, Jonathan Balcombe, Dominique Barnes / Música: Benjamín Sturley / Fotografía: Ali Tabrizi, Lucy Tabrizi / Origen: EE.UU / Género: Documental.
Pueden verla en la plataforma de Netflix.
Ali Tabrizi es el creador de este documental impactante, en los primeros minutos del film se describe como un ferviente amante de los océanos y la vida que alberga, comienza relatando que una de las cosas que más amaba de niño era ir a los parques acuáticos, y quiere interiorizarse sobre esto. Uno cree que el documental va a desenmascarar la explotación animal que ejercen estas empresas del mal llamado «entretenimiento» pero eso es solo la parte visible de un comercio tan perverso como devastador.
Tabrizi comienza su búsqueda apoyándose en dos ejes: uno la caza de ballenas en Japón y el otro la excesiva presencia de plásticos en los océanos de manos del consumo humano (sorbetes, vasos, botellas, etc.), pero a medida que avanza la investigación se encuentra con una poderosa industria pesquera que está eliminando la vida marina alrededor de todo el mundo por distintos métodos, sin tener presente los daños irreversibles que esto ocasiona para la supervivencia del planeta. Los barcos pesqueros con sus inmensas redes arrastran todo incluido el plancton que es el combustible del ecosistema marino y del fitoplancton deriva la mayor parte del oxígeno de nuestro planeta.
Este documental se destaca por la crudeza de sus imágenes, por la denuncia a los gobiernos no solo por la falta de regulación sobre la pesca comercial sino la complicidad corrupta de los mismos, la mentira de algunos organismos que pregonan la defensa de la fauna marina y solo tratan de limpiar la imagen de este “Comercio Mundial” e inescrupuloso, la falsa sustentabilidad, la pesca de animales en vías de extinción, la esclavitud en Tailandia y que la gran presencia de plásticos en el mar proviene de las redes pesqueras y los deshechos de estos barcos. Creo que esta película es necesaria para tratar de generar conciencia y compromiso ecológico.
Al terminarla además de una profunda angustia me surgió una pregunta: en una sociedad que mata tiburones para usar sus aletas en una sopa como símbolo de riqueza y estatus social, ¿Qué especie es la que sobra para que el mundo no se extinga?