Por Vanina Suárez
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Origen: India
Duración: 185 minutos
Plataforma: Netflix
Ficha técnica:
Guion: S.S. Rajamouli (historia: Vijayendra Prasad)/ Música: M.M.Kreem/ Fotografía: Senthil Kumar
Reparto: Ram Charan, Junior N.T.R, Alia Bhatt, Ajay Devgan y PraKash Raj.
RRR, Rise (levántate), Roar (ruge) y Revolt (sublévate) es una nueva propuesta de Tollywood que compró Netflix, luego de batir records en los cines de su país de origen.
La película no solo fue un éxito incomparable en la India sino que en Inglaterra quedó segunda compitiendo, nada más ni nada menos que, con Batman y en EEUU, tercera, compitiendo con productos de DC. El nuevo fenómeno fue comprado por la plataforma de la N para una distribución masiva, debido a ese éxito comercial acompañado por la prensa, que la halagó e, incluso, la comparó con el mundo Marvel.
La industria cinematográfica de la India es enorme, aunque el valor de las entradas de cine en ese país sean de menor costo que en estas latitudes, el mercado produce más que en el mismo Hollywood. Además el mercado de Bollywood tiene su impronta, sus fans y sus reglas, aunque este no sería el caso, ya que ese término conocido involucra solo a las producciones de Bombay que se asemejan a la industria de los Ángeles y RRR no sería concretamente el caso.
La historia desarrolla a dos personajes Alluri Sitarama Raju y Komaram Bheem dos héroes reales de la India, que si bien fueron contemporáneos, nunca se conocieron. Aquí la historia los hace conocerse, ser grandes amigos y vivir la odisea épica más grande de sus vidas. El gran inconveniente que los aqueja es que sus planes secretos se contradicen con el plan del otro y allí es la cuestión más anidada y compleja del guión.
Una vez que el lector compra el formato, no puede salir. La historia está llena de drama (es cine hindú) y de proezas inexplicable que hacen de la trama una rara y adicta propuesta. Su duración, que parece larguísima para estás latitudes, se convierte en una bola de nieve que atrapa a cualquier espectador que haya entrado en el juego. Los actores, figuras del mercado local, demuestran destreza artística y completa en todos sus vértices, drama, acción y cualidades virtuosas para el baile. Es decir, artistas completos en los más absolutos de los sentidos.
RRR va del disparate, al drama y reclama un secreto a voces, denuncia la explotación y el poder de la corona inglesa a principios del siglo XX sobre el pueblo de la India. La película comienza con la escena donde una mujer de la alta aristocracia inglesa, compra a una niña con una voz prodigiosa sin el permiso de su familia, considerándola una mercancía y dejar devastada a su madre. La verdad de que los pueblos originarios han sido aniquilados por los imperios europeos no solo sucedió en América.
Los protagonistas realizan proezas fantásticas, que van desde cualquier batalla de superhéroes hasta pensar en dioses míticos de las tragedias en un país ambientado en 1920. Ya desde el principio, una secuencia filmada en locaciones selváticas y con una de las escenas más terribles emocionalmente, RRR nos indica que lo que veremos no será una película más y nos da el indicio, la idea de que irá por todo.
Uno de los héroes en esta proeza es el hombre encargado de rescatar a esa niña, secuestrada, comprada como un objeto, de una comunidad originaria y tranquila pero que no deja a nadie de los suyos librado al azar; el otro, es el más misterioso e iremos descubriendo con el correr de los minutos porque está infiltrado en el ejército inglés.
Con una super producción increíble; locaciones que son una locura; un guión que aunque parece descabellado es sólido y mezcla condimentos de todos los géneros adrede, descolgando al espectador pero manejando una muñeca que no cualquier pudiera hacer; dos actores que son polifacéticos, además de talentosos y carismáticos.
En RRR hay que dejarse llevar, entender que nada está ahí porque sí, disfrutar, bailar, reírse, largar frases como: -No te la puedo creer, y así entender que aunque sea entretenimiento y del bueno, también denuncia la opresión de muchos pueblos.