4Por Gerónimo Rivera Cano
@geroriveracano
FICHA TÉCNICA:
DIRECTOR: Agustina Comedi/ GUION: Agustina Comedi/ PRODUCCIÓN: Magalí Mérida/ FOTOGRAFÍA: Magalí Mérida/ SONIDO: Guido Deniro/ ARTE: Federico Tapia, Martín Paolorossi./ EDICIÓN: Valeria Racioppi/ COLOR: Ada Frontini/ MAQUILLAJE: Eva Perea.
ELENCO: Marcos García, La Delpi, Martín Shanly.
La brillantina de la noche. Margen izquierdo de la hoja cuadriculada donde se plasmaron las instituciones. Margen gris donde fueron empujades muches y allí decidieron colorear como reacción contestataria lo gris de aquel sitio.
Flores que florecieron a medianoche, y por debajo; flores que regalaron su aroma incluso a quienes intentaron endulzar el ambiente fumigando spray de perfumina. Flores que fueron (son) las raíces de la resistencia, las agentas del cambio, de la fluctuación que hoy existimos.
El corto de Agustina Comedi se vuelve sobre-si; toma los retratos hechos en sótanos, en esos “debajos”, en los “márgenes” y recrea así la resistencia drag, trans y queer de la década del 80, en la Córdoba pos dictadura cívico eclesiástica y militar.
Una resistencia “sotanista”.
Tacos, nombres de guerra y lentejuelas como armadura; la persistencia del amor. La resistencia de la expresión, darse como respuesta al odio instaurado como norma: acto revolucionario su arte en el ocultamiento obligado, des ocultarse por convicción; persistir en el amor. Poner carne, desenmascarar la piel frente a la violencia policial y la desidia selectiva de la religiosidad médica.
Comunidad y solidaridad; la arquitectura de las divas que robaron minutos de eternidad en los escenarios, entre bambalinas, bajo cenitales queda plasmada aquí.
La amistad como filosofía política y práctica se deja entrever en las imágenes que se nos presentan en conjunto con la voz en off de Delpi que hace al relato. Real, ¿desgarrador? ¿Impactante? Rupturista, radicalmente sensible; dossier de la memoria. Esa memoria que permite ser reconstruida, re habitada por historias co-creadas, narrativas de experiencias compartidas que devuelven los finales felices al campo de disputa…
Sin playback, microfono abierto, voz desnuda que circule por el amplificador, por los parlantes y llegue hasta quien oiga.
En una mecánica de catorce minutos el destello deja su huella: la eficiencia es mutua, es compartida, es de ellas; tanto de Agustina como de las Kalas. La felicidad es política; el derecho a un final feliz es inalienable aunque haya sido (por pocxs) para muchxs prohibido y negado. ¿Cuánto dura la primavera si no gozamos de su estadía? ¿Cuánto durará si no la habitaríamos en los afueras que construimos?
Realizado en el año 2019 con una duración total de 14 minutos, el presente corto podes disfrutarlo en plataformas digitales como MUBI.