Por Juani Villano
Año: 2021/ Duración: 90 min./ País:Argentina
Ficha técnica:
Dirección: Leo Basilico, Nicolás Longinotti, Pablo Rodríguez Pandolfi/ Guion: Leo Basilico, Nicolás Longinotti, Pablo Rodríguez Pandolfi/ Música: Leo Fucci/ Fotografía: Jonatan Plat
Reparto: Juan Grandinetti, Verónica Gerez, Rosina Fraschina, Sebastián Godoy, Gastón Dubini, Iván Moschner.
La interpretación de la vida misma maquillada con dotes de ficción. Alguien desaparece sin dejar rastro. La memoria es el único eslabón que perdura, mientras que otros olvidan por siempre. Inventar en pos de continuar, continuar en pos de perder. Buscar lo más importante de nuestro interior: la verdadera identidad.
Los inventados es una película codirigida y escrita por Leo Basilico, Nicolás Longinotti y Pablo Rodríguez Pandolfi. La trama se centra en Lucas (Juan Grandinetti), un actor que decide ir a un retiro de actuación (o workshop) en una quinta en medio del campo, en el que le toca convivir junto a otros intérpretes. Hay una consigna específica: crear un personaje y actuar como esa persona ficticia, sin salir nunca de personaje. Todo da un giro, y se interna en el misterio, cuando los actores van desapareciendo uno por uno, siendo Lucas el único que se percata de ello y parece recordar que alguna vez existieron.
Las referencias son claras. No es la primera vez que se aborda un relato de intriga con dichos elementos narrativos, pero, como siempre ocurre con las grandes películas, la marca de estilo permite desembocar en una historia nueva y fresca. Intrigante es la palabra clave. ¿Y a cuáles son las obras a las que me refiero como dichas referencias? Una de ellas se mueve en el entorno de la literatura; hablo de Casa tomada de Julio Cortázar. Esto vinculado a la incertidumbre de desaparición de algo o alguien y la falta de respuestas a lo largo del relato. Luego, un capítulo de La dimensión desconocida, llamado “Y cuando el cielo se abrió”; en donde tres protagonistas desaparecen progresivamente y nadie parece recordar que alguna vez existieron. Ya en el terreno nacional, tenemos al cortometraje de Sebastián Caulier, Los extraños. Nuevamente desapariciones y la particularidad de que se sitúa en una casa de campo. Vuelvo a repetir, estas son meras conexiones, ya que la película a tratar logra innovar desde su guion hasta su forma y estilo. A continuación, explicaré cómo.
Cada elemento del relato se presenta como una pista para develar el misterio. Pese a que nada está servido, sí tenemos la labor de intentar descubrir que está pasando, aún si nunca llegamos a descubrirlo. Detalles del pasado de los personajes, la difusa línea entre la ficción y la realidad. Todo está presente y los realizadores estructuran el relato de manera notable para indagar y crear dicho signo de interrogación. Luego, en su construcción a través del estilo, la película posee recursos muy bien llevados a cabo. Movimientos de cámara prolijos y evocativos, como la escena de la cena y su travelling que gira alrededor de la mesa, y la importancia de los tiempos muertos y los planos fijos. Todo esto se despliega con un muy buen manejo realizativo. No estoy diciendo nada nuevo, ustedes lo evidenciaran cuando vean esta obra cinematográfica.
Luego, tenemos el aspecto de la actuación. Cada personaje se siente real, y a su vez cruza la delgada línea de lo ficcional y lo verídico. Si bien comprendemos que es una situación creada y orquestada dentro del universo de la película, esto no nos quita de la ecuación. Por una hora y media participamos del juego lúdico de la historia. Somos otro de los personajes que viven en la cúpula de esa realidad alterada.
Hace tiempo que no veía una película tan precisa en su desarrollo textual y formal. No queda más que aplaudir la ardua labor de los tres directores de esta gran obra. Por ello, no hace falta irse a los terrenos norteamericanos en busca de misterio y extrañeza. Lo tenemos acá mismo, en nuestro país, y las promesas de crecer el triple son muy fuertes. Bravo por Los inventados, bravo por el cine nacional.
