Por Vanina Suárez
Adrian, un escritor que supo encontrar la fama en su primera novela, se dedica a escribir libros por encargo mientras vuelve a buscar su inspiración. En el camino conoce a Albert Desiderio, un hombre enfermo en los últimos tiempos de su vida, quien decide realizar una especie de ensayo autobiográfico para no olvidar al gran amor de su vida. Adrien escucha a Albert, quien relata el amor que sintió por Solange; mientras el escritor une piezas de un rompecabezas que lo enlaza con su pasado.
La serie francesa cuenta con una historia fascinante, que atrapa al espectador, testigo de una historia que va decantando con el transcurso de los capítulos. Pasado y presente, una historia de amor que se torna oscura, con secretos para develar y un libro que, por momentos, no sabemos si es real o la imaginación del propio escribiente.
La relación entre ambos hombres, un escritor algo perdido buscando el rumbo y un moribundo hombre enigmático tendrá más coincidencias de lo que ellos mismos piensan, y entre dudas y afirmaciones la trama irá mostrándonos qué y cómo es dicha relación.
La fotografía demuestra los imponentes escenarios entre Bélgica y la costa francesa; y el trabajo de arte tiene un trabajo intenso contextualizando presente y pasado durante los años 70; así como escenarios trágicos y cotidianos. Los actores son maravillosamente perturbadores, sobretodo Albert y Solange en su juventud, quienes con su frescura adolescente empatizan con el espectador aún en situaciones turbias.
Adrien registra en un grabador lo que Albert relata de su pasado y es allí donde se esconden secretos que involucran a todos. Un miniserie interesante, distinta, oscura e intrínseca.