por Vanina Suárez
vaninagsuarez@gmail.com
Duración: 66 minutos
Documental
Ficha técnica:
Guion, dirección y producción: Alejandra Perdomo/ Cámara y fotografía: Lucas Martelli, Mario Varela, Alex Ramírez/ Sonido directo: Andrés Perugini, Alejandro Baldasso, Hernán Boleggi/Montaje: Mario Varela/ Diseño de sonido: Horacio Almada/ Color: Lucas Martelli/ Música: Charlie Di Palma, Feli Marafioti, Francisco Marafioti/ Subtítulos: LSA (Lengua de Señas Argentinas) e inglés.
Traducción Lengua de Señas Argentina: Victoria Caporusso – Marcela Ojea7/ Diseño de afiche: (dis)pares
Protagonistas: Mónica Cortinez, Felicitas Marafioti, Daiana Fernández, Daniel Sgardelis, Santiago Bustince y la participación de
Roberto Piazza, Vinka Jackson,Eva Giberti, Virginia Berlinerblau, Celeste Mac Dougall, Yo Sí Te Creo .
Alejandra Perdomo es una realizadora audiovisual que firmemente se posiciona en el cine documental y político, junto a sus obras anteriores Después de nacidos vivos (2014) y Cada 30 horas (2017) sigue apostando a visibilizar temáticas que aún necesitan salir a la luz porque, tal como dice ella, «El silencio no beneficia». La reparación es un trabajo que intenta, a través de diversos testimonios, no solo narrar en primera persona diversos abusos, sino en demostrar y mostrar qué sucede con el después; tal es así que los testimonios son contados como sobrevivientes en un inmenso, aunque doloroso, trabajo de resiliencia en esa reparación. Desde madres y abuelas de niños y adolescentes que sufrieron abusos intrafamiliares, hasta mujeres que conforman el colectivo Yo sí te creo, pasando por el testimonio de una psicóloga que abre el panorama y trae a la pantalla necesidades y problemáticas que tiene Chile frente a la misma situación y la contraposición del grupo LasTesis, un colectivo feminista chileno que facilitó la globalización de la lucha en esa parte del mundo; también se suman sobrevivientes del líder de la banda El otro yo, docentes activistas que trabajan con Educación Sexual Integral en las aulas y en los institutos de formación docente, psiquiatras forenses que desmitifican algunas cuestiones que aún siguen siendo legales pero que a la víctima la contraponen con la realidad de la que, en algún punto, necesita escapar, e incluso un sobreviviente de abusos sexuales y físicos de un hogar religioso liderado por monjas y curas.
La reparación tiene la enorme cualidad de mostrar qué pasa más allá del dolor, y aunque claramente el dolor de lo transitado está presente, mantiene el hilo del después, de qué hacer con ese después y de que se puede tener un después. Cada uno de los sobrevivientes relata su experiencia cómo puede y cómo quiere, hay quienes dan detalles y hay quienes no; aquí se nota un trabajo sumamente respetuoso de la directora siendo testigo de lo que relatan pero sin dirigir los testimonios hacia un solo lugar sino que cada uno fluya con sus palabras hasta y hacia donde puede.
Se destaca la presentación y el relato de su experiencia de docentes y profesionales especializados en ESI como el camino más fuerte a seguir, ya que la justicia en algún punto tiene un recorrido, el cual es muy difícil de modificar a la hora de sentenciar al acusado; de allí se desprende que la ESI es una herramienta preventiva fundamentalmente pero, además, es catártica y de ayuda para los y las alumnas que pueden encontrar en las instituciones educativas el acompañamiento para el durante y la posterioridad que no hallan en sus vínculos más cercanos. Recordemos que el 85 % de los abusos se realizan de manera intrafamiliar y las víctimas necesitan de todo el apoyo social posible, ya que muchas veces se decide el silencio por parte de todo el núcleo ante la complicidad pero también sucede que lo hacen ante el sometimiento del psicópata y ante el miedo de que la sociedad se entere y los rechace.
La reparación participó del 11vo Festival Internacional de Cine Político y tuvo un gran recorrido por diversos festivales, hasta llegar al Cine Gaumont esta semana. Según Alejandra Perdomo: «Abordar estas temáticas es una decisión política: trabajar con perspectiva de género, e intentar contribuir a que estos delitos salgan a la luz. Generar estos contenidos, difundirlos, instalarlos en agenda, es lo que permite trabajar para la prevención. El silencio solo beneficia a los abusadores.» ¡Qué arda el miedo!, Nosotros sí te creemos.