Por Vanina Suárez
Ficha técnica:
Dirección y guion: Alauda Ruiz de Azúa/ Música: Aránzazu Calleja/ Fotografía: Jon D. Domínguez
Reparto: Laia Costa, Susi Sánchez, Ramón Barea, José Ramón Soroiz, Leire Ucha, Nerea Arriola Urberuaga, Isidoro Fernández, Mikel Bustamante.
Dentro de la muestra Espanoramas, 9na edición de la muestra de cine español en Argentina, pudimos ver la película Cinco Lobitos de la directora Alauda Ruíz de Azúa. Cuenta con una enorme lista de premios, entre ellos los Goya a Mejor Actriz Protagónica y Secundaria, y Dirección Novel; Premios Feroz; Premios Platino del Cine Latinoamericano; Premios Gaudí y Premios Forqué.
¿Qué intenta hacer una mujer que recién fue madre y está superada por la situación?, noches sin dormir, llantos sin poder consolar, la casa, el trabajo, el marido y todo se cambia de plano. Volver al hogar de la infancia es un deseo, donde solo importaba el tiempo del disfrute como un anhelo constante; más aun, si la relación paterno-filial dentro de todo está intacta o, al menos, se mantiene firme y afectuosa.
Cinco Lobitos es un retrato familiar típico donde se refleja el rol del hijo, quien nunca deja de serlo; aun cuando crea que irse de casa de los padres es transitar el mundo adulto independiente de quien te dio la vida. Amaia, interpretada por Laia Costa, acaba de ser madre; sus padres están de visitas durante el parto, pero prontamente parten a su hogar. Superada, angustiada y consternada por la maternidad, las nuevas responsabilidades y las ausencias de su pareja por trabajo, la joven decide pasar un tiempo en la casa de sus padres, ubicada en el País Vasco. Mientras los abuelos disfrutan de su nieta y ayudan a su hija, vuelven a vivenciar la cotidianeidad tal como cuando ella era pequeña.
Entre recuerdos, vivencias, y el día a día, la niña crece, pero Amaia se dará cuenta que aún viviendo lejos, teniendo 36 años, siendo madre y profesional nunca dejará de ser hija. La honestidad con que el relato plasma la contienda maternal y el paisaje vasco que, con su bella fotografía suma calma a la revolución interna vivida, se destacan en la construcción narrativa que esta directora presenta en su ópera prima
El retrato familiar que narra su directora tiene como condimento especial enormes actuaciones de cada uno de los actores, los diálogos fluyen con dinamismo y sumergen al espectador en una historia gratamente contada. Susi Sánchez como la matriarca de esa familia lleva el hilo de la trama aunque su Amaia, su única hija, sea la protagonista de la historia con su angustia post parto. Además, el rol masculino ausente aunque parezca que no con la liviandad de que en la sociedad aun se sigo considerando a la madre como la responsable de las situaciones familiares y con sus hijos, siendo ellas las que deben desplazar hacia un costado, deseos, trabajos y momentos propios.
La trama cala en lo profundo y, aun siendo cine independiente español, ha cosechado buenas siembras tras su paso por festivales y hoy está ingresando al mundo de las plataformas.