Por Leny Pereiro
Ig Lenypereiro_ok
ELENCO (por orden de aparición): ELENA PETRAGUA / MARÍA ROSA, JORGE PACCINI / DON ALFONSO, PALOMA SANTOS / ÑECA,
PATRICIO GONZALO / RADAMÉS, MARIA NYDIA URSI DUCO / MARGARITA, LUCAS SORIANO / ESTEBAN NORBERTO GONZALO / ST.ÉFANO,PABLO MARIUZZI / PASTORE
Ficha técnica:
Dirección: Osmar Nuñez/ Diseño de escenografía y vestuario: Alejandro Mateo/ Diseño de luces: Cristina Lahet/ Composición y arreglo musical: Gerardo Amarante/ Realización escenográfica: Norma Rolandi, Marina González, Salvador Aleo/ Diseño gráfico: Leandro.M. Correa/ Fotografía: Ana María Rrari/ Asistente de fotografía: Walter Cesar Remus
Producción ejecutiva: Claudia Díaz/ Coordinación de sala: Ana Vinuesa/ Producción general: Teatro La Máscara
Música original basada en La inconclusa de Franz Schubert
Stefano, escrita en 1937 por Armando Discépolo, es una obra emblemática para el teatro y el grotesco criollo, que se basa en la historia de un músico napolitano que viene a la Argentina persiguiendo el sueño de la ópera propia y de la fama, para transformarse en el retrato de la pérdida, de la esperanza desgarrada y de la desolación.
Devenido en trombonista de una banda local, nunca logra cumplir su sueño. Y sólo consigue arrastrar a su propia familia (en parte formada aquí, y en parte migrada desde su Italia natal), a la miseria más profunda que implica el desarraigo y la ingenua vanidad. Una historia que puede haber sido la de muchos. Que ha tenido muchas formas de ser contada. Y que, en esta ocasión, Osmar Nuñez en su dirección, y todo el elenco y equipo en su realización, han elegido contarla de una forma con altísima y conmovedora calidad. Porque todo en esta puesta del teatro La Máscara se percibe pensado con cuidado y al detalle para dar marco y contexto. Desde la escenografía vetusta en tonos de gris que instalan una atmósfera necesariamente opresiva y decadente, hasta la puesta de luces en un juego permanente para enfocar la atención en un montaje de desarrollo único. Pasando por un arreglo y composición musical del maestro Gerardo Amarante sobre La Inconclusa de F. Schubert, que lo completa en forma exquisita.
Sobre el elenco puedo afirmar que se luce casi sin fisuras y con una contundencia que emociona. En especial Norberto Gonzalo en su rol de Stefano. Con los tonos justos en un cocoliche entrañable y la emotividad exacta, vive y nos hace vivir la historia desde la más acabada sensibilidad. Cada movimiento e inflexión son impecables, sobresaliendo en la escena con Pablo Mariuzzi, quien, como Pastore, su discípulo, está a la altura de las circunstancias con creces. Lo mismo ocurre con Patricio Gonzalo en su papel de Radamés, Elena Petraglia como su madre María Rosa, y Jorge Paccini como Don Alfonso, su padre, quienes se lucen los tres en forma brillante. Los personajes de la historia se completan con dos actrices en perfecta sintonía con el resto del elenco: Paloma Santos como Ñeca, y María Nydia Ursi Ducó como Margarita; y con el actor Lucas Soriano, que como Esteban, tal vez sea el único con ciertos altibajos para encontrar el registro exacto que requiere su participación.
En definitiva, este Stéfano es una obra que, definitivamente, hay que ver. Es necesaria. Casi imprescindible, diría yo.
No sólo por lo que implica como parte de nuestra propia cultura e historia teatral, sino para disfrutar y valorar el enorme trabajo de estos brillantes representantes de nuestra escena nacional.
Una verdadera joyita, vea.