Por Vanina Suárez
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Año 2018
Festival de cine israelí
Duración: 93 minutos.
Ficha técnica:
Dirección: Michal Aviad. Guion: Michal Aviad, Sharon Azulay Eyal, Michal Vinik. Fotografía: Daniel Miller. Edición: Nili Feller.
Elenco: Liron Ben-Shlush, Menashe Noy, Oshri Cohen, Irit Sheleg, Dorit Lev-Ari.
Desde este 24 de febrero y hasta el 3 de marzo en la cadena de cines Cinépolis se podrá disfrutar del Festival de Cine Israelí, El acoso es uno de los 17 trabajos entre cortos y largos que se forman parte de la selección.
La película comienza con Orna saliendo de una entrevista laboral, subiéndose al auto familiar y comentando con su pareja, padre de sus hijos, el ofrecimiento laboral que acaba de tener. Inmediatamente vemos a una protagonista ya instalada en el mercado de trabajo y que se consolidó como una corredora inmobiliaria, prometedora, alabada por su jefe y socios.
Orna se debate entre largas horas de trabajo, que se extienden en demasía, presionada por sus superiores y su rol como madre de 3 hijos. Mientras logra cerrar acuerdos, conseguir un reconocimiento de sus empleadores, Berny, su jefe, comienza a tener con ella detalles, a los cuales podríamos llamar sutiles, donde claramente no está cómoda. Cuando Orna podría tomar una decisión al respecto, su pareja tiene problemas financieros y se convierte en el sostén familiar. La joven corredora inmobiliaria se debate entre un marido, que si bien acompaña y festeja sus logros, no está convencido y hasta podemos leer un destello de envidia por el arduo y pronto crecimiento de su compañera, y Berny, un jefe inescrupuloso que cree que con tener poder, dinero y una posición laboral superior puede punzar a una mujer que desea crecer laboralmente.
El acoso, es un relato espeso porque pone de manifiesto situaciones que lamentablemente durante mucho tiempo y también en la actualidad pueden considerarse «normales». Michal Aviad es un director con una amplia trayectoria en documentales pero este es su segundo largometrajes. La experiencia en el documentalismo es notorio a la hora de plasmar a través de la observación el espectador como testigo, mirada que pareciera venir de allí. La trama es manejada con mucha inteligencia, y el agobio, la desesperación y la postura que Orna toma ante esas situaciones de abuso sintonizan con todo el movimiento #Me too por el cual se intenta destronar el rol de poder del machismo reinante y de la culpa que nos rodea a las mujeres por sentir que somos responsables de los comentarios o hechos inapropiados o fuera de contexto.
Esta película es sin lugar a dudas una historia distinta pero que a la vez relata lo que en este mismo momento están atravesando muchas mujeres en el mundo.