Por Blonda
Puntaje: 7/10
Ficha Técnica: Fotografia: Ben Davis/ Guión: N. Richard Nash, Nick Schenk/ Dirección: Clint Eastwood
Reparto: Clint Eastwood, Eduardo Minett, Natalia Traven, Dwight Yoakam, Fernanda Urrejola
Volver al cine después de un año y medio de pandemia y que en la pantalla aparezca el hacedor de Los puentes de Madison, Rio Místico, Gran Torino, luciendo sus 91 años, es suficiente motivo para emocionar a cualquiera que se considere amante del cine. Así que, mientras sonaban los primeros acordes de música country y la cámara se movía entre el árido paisaje de Texas, yo ya estaba lagrimeando.
Cry Macho es la historia de Mike Milo (Eastwood) un viejo vaquero que fue estrella del rodeo y que luego de sufrir un accidente con su caballo y más tarde enviudar, dedica sus horas a trabajar en un rancho para un tal Howard Polk (el cantante Dwight Yoakam) quien un buen día le encarga la tarea de recuperar a su hijo de 13 años que vive con su madre en Nueva México.
Ahí comienza una mezcla de western y road movie con tortillas de maíz y el gallo que da título a la película. Y claro, también está el dueño del gallo, que es ese adolescente rebelde de nombre Rafo, (Eduardo Minett) con quien Milo irá entablando un lazo de confianza y afecto mientras escapan de bandidos, matones, malandras y federales.
En un alto del viaje, se producirá el encuentro con Marta (una adorable Natalia Traven) y sus nietas, que aportarán una cuota de ternura entre tanto desierto y riña.
Con buenas dosis de humor, otro poco de cursilería, y aunque uno anticipe lo que va a suceder en la siguiente escena, Eastwood logra una película agradable de ver.
Se percibe en su desarrollo la mirada nostálgica de alguien que está en el ocaso de la vida y que decide contarnos este cuento bastante rosa sobre las segundas –y quizás últimas– oportunidades.
No es la mejor película de Clint pero poco importa. Basta con celebrar que a su edad elija seguir creando y apostando a su pasión, y que encima nos deleite bailando el clásico bolero Sabor a mí.
Pasarán más de mil años, muchos más
Yo no sé si tenga amor la eternidad
Pero allá, tal como aquí
En la boca llevarás
Sabor a mí.