Por Javier Carrizo
@nada_pasara_
FICHA TÉCNICA:
Título original: Elda y los monstruos/ Año: 2023 /Duración: 73 min./ País: Argentina
Género: Drama | Música/ Dirección: Nicolás Herzog /Guion: Nicolás Herzog
Reparto: Diego Detona, Natalia Curcho, Calypso Summer, Anul Oribe, Fran Dacunda.
Música: Matías Sorokin, Diego Detona, Lautaro Osorio, Juan Cruz Federik, Santiago Butto, David Alan Anderson.
Fotografía: Fernanda Montiliengo, Fernando Lorenzale
Compañías: Rumba Cine, Mostra Cine, Alanorte Cine Digital.
La nueva película del nacido en la Provincia de Santa Fe, Argentina, Nicolás Herzog (anteriormente La sombra del gallo), premiada al Mejor Montaje de la Competencia Argentina del último Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, es una cavilación de las diversas maneras de amar desde el binarismo, y la multiplicidad de identidades posibles inferidas desde un mismo ser.
Elda (Diego Detona), es un andrógino de cabellos rubios, esbelto de rasgos gruesos y con grandes ojos, que cuando no tiene su pelo recogido, se convierte en una glamorosa reina de tacones devenida en rockstar, que interpreta vocalmente, comprometidas melodías sobre un escenario. Al no representar esa personalidad, se desempeña como un profesor que vive junto a su familia en Concordia, Entre Ríos, que tiene muchos interrogantes acerca de su transición.
Es un protagonista con sobre presencia, equipara toda la atención en el film, y fuera de él hace lo mismo, con espectadores femeninos y masculinos. El erotismo que irradia lo emparenta con una Dietrich concordiana, mientras que la identidad del personaje fluye y converge.
Elda es una rockstar dispuesta a hallar una respuesta acerca de su incertidumbre y sus monstruos, acompañada de sus amigues, en una peregrinación que incluye forzadas locaciones exteriores (las vías del tren al mejor estilo Cuenta Conmigo y los típicos desarmaderos de autos), hacia el altar de una mujer trans asesinada, y convertida en santa popular.
El giro en la historia se complementa con su inicio y presentación de los personajes, la imagen toma su lugar predilecto haciendo gala de su forma y colorido debido al compromiso de su iluminación, para que el presente se aplaste con mayor comodidad en su asiento.
La música como tema y figura del film, acompaña la aventura en la intersección genérica que propone su director, con “Encuentro en el Río” de Virus, como emblema distintivo de la producción.