3Poe Javier Carrizo
UNA JIRAFA EN EL BALCÓN (2024) de Diego Yaker
ESTRENO NACIONAL
FICHA TÉCNICA
Género: Thriller / Venganza./ Dirección: Diego Yaker/ Guion: Diego Yaker
Reparto: Andrea Frigerio, Diana Gómez, Artur Busquets, Mingo Rafols, Fini Bocchino, Mimi Ardú, Claudio Gallardou, Juan Leyrado, Mirta Busnelli.
Fotografía: Mauricio Heredia /Compañías: Coproducción Argentina-España; Balance Media Entertainment, Bourke Films, Buen Destino Films./ Productor: Miguel Torrente.
Distribuidora: Disney+, Filmax
La teoría de los dos demonios llega al cine argentino
Insólito pero real. Lo que hasta hace poco tiempo atrás hubiera sido impensado, eso que se asienta en la agenda pública y en el imaginario colectivo, ahora también es parte de un nuevo trabajo del desfinanciado cine argentino.
Esas nuevas y falsas creencias que acusan a la cultura y a las expresiones artísticas de nuestro país, acerca de la ausencia de dinero para realizar producciones audiovisuales que sigan construyendo identidad, determinan que cual autoritarismo totalitario, lo que en realidad se busca es acallar las voces que acusen lo innoble, para resaltar peligrosas memorias que instalen un nuevo (o antiguo) discurso, que para los argentinos ya había sido sentenciado.
Las fuerzas del mal que operan desde la oscuridad en clara connivencia con una clase dominante que detesta a aquellos que defienden a los humildes, y a los que por medio de un dictamen científico den prueba de que una sociedad más justa y equitativa sea posible, reivindican en el film de Diego Yaker, a la denominada teoría de los dos demonios.
Tal es así, que en Una Jirafa en el Balcón, Andrea Frigerio interpreta a Lidia Muñoz, una jubilada y ex guerrillera que vive en Barcelona hace 40 años, cerca de su hija Valeria, que lleva en su vientre a su futuro nieto. Esta descubre que su madre ha sido citada para declarar en un juzgado argentino, por la desaparición durante la última dictadura militar, de su padre Oscar Medina. Y como todo protagonista que en primera instancia rechaza su involucramiento en el conflicto dramático, desecha la citación en la basura hasta que su hija coincidentemente la encuentra.
Con cierta mala intención que es la que cuestiona la memoria, la verdad y la justicia, el guion se empeña en demostrar que Lidia acierta a todas las pelotas en un juego de tiro, para así llevarse el peluche más grande, ante la sorpresa de su hija y el marido de ésta, de modo que estos nada saben de su pasado como guerrillera. Como si fuera poco, luego de ello el relato se ocupa de diseñar que Lidia no fue juzgada, ya que se exilió del país con un pasaporte falso, y encima la justicia nacional le da la oportunidad de vivir de la “teta” del Estado Argentino, porque le sugiere demandar al mencionado por ser una víctima del terrorismo.
Juan Leyrado y Mirta Busnelli se suman al elenco como sus ex compañeros e integrantes de la guerrilla, y a su vez los flashbacks se encargan de demostrar que la dictadura perseguía a los integrantes de la misma, que se escondían como laburantes profesionales de una institución médica, como es el caso.
A todo esto, Lidia viaja a La Rioja para vengarse de un amigo que delató a su ex, y padre de Valeria, ya que ese hecho fue el que concluyó con la desaparición de Oscar.
Al igual que el cine antiperonista de Lucas Demare, puso de moda hacia finales de los ´50, eso que el imaginario de la época constituía con la llegada de la dictadura autodenominada Revolución Libertadora, con films como Después del silencio (1956), y Detrás de un largo muro (1958), Yaker utiliza el ilusorio de la actualidad para darle por primera vez en su carrera, un protagónico a la actriz perteneciente al seno de la oligarquía argentina.