Origen: España
Plataforma: Netflix
Duración: 123 minutos
Drama
Ficha técnica:
Guion y dirección: Pedro Almodóvar/ Música: Alberto Iglesias/ Fotografía: José Luis Alcaine / Productora: Remotamente Films, El deseo, RTVE
Reparto:
Penélope Cruz, Milena Smit, Israel Elejalde, Aitana Sánchez- Gijón, Rossy de Palma, Julieta Serrano, Adelfa Calvo, Ainhoa Santamaría, Daniela Santiago, elenco.
Premios:
Oscar, nominación a mejor actriz protagónica Penélope Cruz.
Globos de Oro, nominada a mejor película de habla hispana.
BAFTA, nominada a mejor película de habla hispana.
Festival de Venecia, mejor actriz Penélope Cruz.
Asociación de críticos de Los Ángeles, mejor actriz Penélope Cruz.
Premios Goya, 8 nominaciones.
Premios César, nominada a mejor película extranjera.
Premios Forqué, 3 nominaciones.
Premios Feroz, mejor actriz secundaria, Aitana Sánchez-Gijón.
Primera mirada
Mónica Sara Eckstein Hauer
IG: monika.sara19
Puntaje:8 /10
Pedro no necesita presentación, y para aquellos que no lo conocen, Netflix nos brinda una revisión de varias de sus obras. Si lo miramos en retrospectiva, notaremos que, a lo largo de los años, y con su vasta filmografía, haciendo una comparación con un buen vino añejo, la maduración lo va transformando en un director enriquecido en su lenguaje, estilo y miradas. En la mayoría de sus películas aparecen escenas de directores en plena filmación.
Aquí no hay lugar para la ficción: la realidad es absolutamente necesaria. Madres paralelas denuncia la necesidad de la memoria y nos enfrenta a no olvidar ni perdonar. La metáfora entre las madres quienes paren, el fruto que desaparece y muere, la búsqueda de las raíces en sus vidas, van paralelas a las necesidades de encontrar las verdades de la historia y no callarlas.
Fiel a su estilo de estridentes colores, domina el rojo en cada escena contrapuesto al verde manzana, su mayor «enemigo». La fuerte presencia de los cuadros colgados estratégicamente junto al personaje completa con sus imágenes lo que se dice y también lo que se calla. Los fundidos a negro, recurso que en esta película utiliza varias veces, profundizan la sensación de pérdida y duelo. Penélope Cruz interpreta su rol con la excelencia de siempre, es la fotógrafa que registra todo para transformarlo en inolvidable.
Hay momentos predecibles, pero hay otros que dan una violenta vuelta de tuerca. Este es nuestro Pedro… Almodóvar.
Segunda mirada
por Vanina Suárez
vaninagsuarez@gmail.com
Puntaje: 4/10
Pedro Almodóvar es uno de los cineastas de habla hispana más reconocido entre eruditos del cine y público en general, cosa que no le suele suceder a muchos. Su filmografía, además de ser transgresora y pionera en temas como la perspectiva de género, tiene una fuerte impronta sobre la relación con la maternidad y el universo femenino siempre tiene prioridad sobre el masculino.
En Madres paralelas, el director plantea el cruce entre dos mujeres que se conocen cuando ambas van a parir; Ana (Milena Smit) es una joven casi sin rumbo, en búsqueda de una vida abandónica pero disputada por su madre y su padre, y la otra (personificada por Penélope Cruz) es una mujer que está pisando los 40 años y decide seguir adelante con su maternidad aun sin pareja estable. Esa relación que las une será la base de la historia, la cual intenta perfilar la búsqueda de la identidad sobre cualquier otra cosa.
Sin spoilear demasiado, Madres paralelas intenta poner sobre el tapete el tema de los desaparecidos durante la era franquista, un tema que en España aún es tabú y que Almodóvar junto a su productora El deseo financiaron un gran documental (disponible en Netflix) titulado El silencio de otros.
Aunque se nota el pulso de un gran realizador a la hora de llevar adelante la película, se destaca una dirección de fotografía característica que tiene un sello propio y particular: el predominio del color rojo en la paleta y la armonía en las puestas de escena elegidas. Así mismo, el guion, que parte de una inmensa premisa, no logra encausarse por un buen camino y la relación entre ambas madres no llega a conectar con ese pasado turbulento que en España se denomina Memoria histórica. A la débil conexión de las historias, se le suma una pésima actuación de Milena Smit, coequiper de la nominada a los Oscar P. Cruz y que, evidentemente, hace que no pueda lucirse más.
Desde el título, la obra pregona la maternidad como eje crucial, no solo de personas sino también de un país, al abordar la búsqueda antropológica de restos humanos que aún no pudieron ser identificados. El tema de conocer los orígenes como la pieza que cierra la causa mayor es sumamente mordaz pero no logra empalmar con la subtrama que Janis y Ana relatan durante la maternidad que las une.
A modo de cierre dejo una pequeña reflexión personal, tal como me dijo una amiga psicóloga, ‹‹prefiero al Pedro histérico, el de los comienzos, antes que al psicoanalizado porque es ahí donde quizás los dilemas ya están resueltos y no nos genera esa perspicaz y audaz manera de mirar la vida.››