Por Leny Pereiro
Ficha técnica:
Dirección: Lucas Vivo García Lagos/Dirección de Fotografía: Luciano Badaracco/ Dirección de sonido: Federico Esquerro/ Montaje: Mariana Quiroga Bertone / Cristina Carrasco Hernández/ Música: Iván Wyszogrod/ Productor ejecutivo: Maximiliano Lasansky/ Productoras: Gloriamundi Producciones, Pampa Films, Buffalo Films./ Co-productores: Navajo
Distribuidora: Star Distribution./ Productores: Martín Iraola, Cabe Bossi, Pol Bossi, Hori Mentasti, Esteban Mentasti.
ELENCO
Germán Palacios: Correa /Sofía Gala Castiglione: Rosa/ Daniel Aráoz: Bernal/ Joaquín Ferreira: Yelmo/ Isabel Macedo: Inés/Cristian Salguero: Rata
Franklin, historia de un billete una gran excusa artística para contar una historia que, de muchas formas, nos pertenece y nos identifica. Porque, más allá de algunos clichés y ciertas actuaciones estereotipadas y dispares, la película cumple en su doble rol de entretener y mostrar ese submundo en el que se imbrican todas las cuestiones referentes a la marginalidad. Una marginalidad que, tantas veces, no se elige, sino que se transita por el propio empuje de las circunstancias y los contextos.
Germán Palacios en su papel de Correa, ex boxeador y asesino circunstancial, que desea salir de una buena vez de la podredumbre que lo condena, muestra – en su aparente inexpresividad – lo que significa y ha sido su vida. Una vida en que las emociones se sepultan para poder transitarla, y que se hace a los golpes. Incluso, los de suerte. Sofía Gala Castiglione es sólida, y construye a Rosa, la puta fiel y enamorada de Correa, desde un lugar duro, pero a la vez sensible. Y donde la propia fragilidad de su contextura, suma muchísimo. Daniel Aráoz, como Bernal, desarrolla correctamente un papel que parece a su medida. Y aunque, a veces, también se perciba desparejo en un pendular entre la monotonía y la excesiva teatralidad, su personaje convence. Del resto del elenco, está bueno destacar a Joaquin Ferreira – como Yelmo – que se luce en determinadas escenas que, por bien fundamentadas en la improvisación y desesperación de su accionar, arrancan hasta algunas risas.
La dirección de Lucas Vivos García Lagos es áspera, sin estridencias innecesarias. Y en una construcción por escenas o episodios, que va desarrollando la trama con un ritmo, que aún con altibajos, se sostiene para crear un thriller bien argento, tanto en su temática como en sus protagonistas. La banda musical, el sonido, la paleta de colores de la fotografía y la crudeza de algunas imágenes en perfecta consonancia con lo que se cuenta, son grandes puntos extras.
Por todo esto, FRANKLIN es, sin lugar a dudas, una buena película argentina para ver y disfrutar dentro de su género.