Por Juani Villano
Título: ESTASIS
Duración: 70 min.
Dramaturgia y Dirección: Lucio Bazzalo/ Intérpretes: Mariana Cinat, Lucía Cuesta, Manuel Pallero y Matías Viera.
Conexiones entre otros cuerpos. Vidas apropiadas en la virtualidad del mundo. Las redes nos corrompen; generan la transmutación corporal y emocional de todos nosotros. Solo hace falta un desliz del dedo sobre la pantalla acusadora para que haga efecto.
Esta pieza escénica inmersiva, con uso de recursos audiovisuales, es obra de Lucio Bazzalo. Con una propuesta muy llamativa e innovadora, el director logra hacer llegar e involucrar a todos los espectadores de manera total. La misma consiste en la corporalidad y puesta en forma de cuatro actantes (Mariana Cinat, Lucía Cuesta, Manuel Pallero y Matías Viera); ya sea danza, caídas, sincronización de movimientos, el uso de las extremidades y vocalizaciones, los recursos se ponen en marcha y accionan sobre la narrativa, con una motivación interna digna de ser admirada.
El factor de las luces y proyección de imágenes se acopla perfectamente. Por más que uno se encuentre en un costado o arriba del escenario performativo, la vivencia no pierde intensidad por la distancia. Cada rincón y espacio vive junto a la obra y los que se apropian de la misma. Números color verde, recordando a Matrix (1999). Imágenes retrasadas por unos segundos, acorde a los movimientos y voces de los personajes. Luces acusadoras que no nos dejan escapar del ojo que todo lo ve… ¿Y me refiero a la cámara? ¿A Dios? No, estoy hablando de nosotros mismos. Nuestra capacidad de autosabotearnos a la hora de ser juzgados.
Tampoco hay miedo a mostrar la totalidad de la anatomía humana. La desnudez al ser normalizada nos propone un nuevo sentido de visualización. El sudor que corre entre los músculos, las venas al marcarse, el sexo de cada uno/a; aquello que nos pertenece, pero a veces no queremos ver.
En otra instancia, tenemos la historia personal de cada uno de los actantes. Se autodenominan a través de sus nombres, vida e inseguridades. Nos brindan sus miedos, incertidumbres y deseos. Factores atravesados por la virtualidad algorítmica e impredecible. La cual se trata de otro aspecto fundamental de la obra. Quiénes somos, qué queremos, cuán atravesados estamos por las redes. El núcleo de esto mismo se rige en dichas ideas; para luego hacernos reflexionar y salir cambiados.
Si buscan ser liberados, sorprendidos y maravillados, les recomiendo ampliamente este espectáculo de imágenes, sonidos y cuerpos. Realmente estamos ante una invitación al análisis interno y colectivo. Todo lo que nos brinda dudas, confusión, y consecuentemente nos hace comprender que está bien enfrentarse a ello. Siempre y cuando estemos dispuestos a lanzarnos al vacío.