Por Cristian Monetti
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Calificación 8/10
FICHA TÉCNICA
Guión y dirección: Leonardo Brzezicki/ Países de producción:Argentina, Brasil, España, Holanda y Chile /Producido por: Ruda Cine en coproducción con RT Features, Vértigo Films, Keplerfilm y Quijote Films.
Duración: 105 minutos.
ELENCO: Leonardo Sbaraglia, Miranda de la Serna, Eva Llorach, Alberto Ajaka, Beatriz Rajland
Iván González.
En Errante corazón hay angustia y ahogo, pero se respira libertad. Libertad en la búsqueda emocional de Santiago, el personaje principal, interpretado por Leonardo Sbaraglia, y principalmente en Laila, su hija, Miranda de la Serna, quien sobrevive al caos emocional de su padre y al abandono de su madre.
Santiago tiene 50 años, es administrador de un importante restaurante y vive con su hija. Lo que debería ser la descripción de un hombre adulto “normal”, estable, o estabilizado, es solo el andamiaje donde el director Leonardo Brzezicki retrata el caos personal y emocional de Santiago. El derrotero diario de Santiago se desarrolla entre su trabajo, su hija, orgías homosexuales, consumo de drogas, múltiples actitudes adolescentes, planes alocados y desenfocados de la realidad que se transforman en la cotidianeidad de este hombre que busca en la aceptación del otro la seguridad que su realidad no tiene. Sóoo su hija es la que le ordena su existencia y se permite levantarle la voz para acomodar sus prioridades, a la vez que busca la emancipación de sus padres en un viaje a Brasil para festejar año nuevo en una reunión que estará muy lejos de la típica escena costumbrista familiar.
Errante Corazón recae en el cuerpo de Leonardo Sbaraglia que brinda aquí una gran actuación. Su presencia llena la película (prácticamente no hay escena de la película en la que no esté presente). Su cuerpo y alma se desnudan, literalmente, en múltiples situaciones donde el desborde emocional, la sensación de límite y caída están en un presente constante. Pocos actores podrían encarar la emocionalidad y corporalidad que un personaje como Santiago requiere y Sbaraglia, sin dudas, lo logra haciéndose responsable de gran parte de la película. La dirección del joven Leonardo Brzezicki es arriesgada a la vez que certera, aunque ciertos lugares comunes en la construcción de algunos personajes secundarios o en ciertos diálogos moralizantes hacen que el relato decaiga por momentos. Igualmente se destacan una sólida construcción dramática desde el guion y los rubros técnicos (especialmente la fotografía a cargo del brasileño Pedro Sotero responsable de la imagen de Bacarau, entre otras películas) logran una película muy sólida y atípica dentro del mainstream del cine argentino actual.