Por Juan Ignacio Villano
Título original: Three Thousand Years of Longing
Año: 2022
Duración: 108 min.
País: Australia
Dirección: George Miller/ Guion: George Miller, Augusta Gore. Relato Corto: A.S. Byat/ Música:Junkie XL/ Fotografía: John Seale
Reparto
: Idris Elba, Tilda Swinton, David Collins, Alyla Browne, Hayley Gia Hughes, Angie Tricker, Sarah Houbolt, Kaan Guldur, Jason Jago, Aska Karem, Aiden Mckenzie, Berk Ozturk, Jack Braddy,
El contar historias está en la naturaleza del humano. Vivimos y sentimos cada una. Nunca deben morir. Es por eso que nuestro compromiso se encuentra en la divulgación de las mismas. Ya sea a través del arte, ciencias sociales y un largo etcétera; hay que persistir en la memoria y el tiempo
Érase una vez un genio (2022) es la nueva película de George Miller. El veterano director nos presenta el relato de Alithea (Tilda Swinton), una académica de Literatura, que recibe una pequeña botella exótica. Luego de abrirla, se le aparece un genio, o Djinn, (Idris Elba); el cual le concede tres deseos. La mujer, un tanto escéptica, no accede y es ahí cuando el genio le cuenta tres historias, en las que él fue protagonista, con el objetivo de que pida dichos deseos. Explica cómo fue traicionado y apresado en los largos siglos vividos entre los mortales. Juntos, formarán un vínculo, entre el amor y el olvido, para así reflexionar sobre las razones de vivir de cada uno/a.
El mundo que plantea Miller está plagado de espectacularidad. La imaginería fantástica puebla todo el contexto de la película. Civilizaciones antiguas y sus mitologías dicen presente. Además, complementan los colores brillantes y saturados; icónicos en su magnus opus, Mad Max: Furia en el camino (2015). Uno cree estar viendo los retazos creativos de aquel otro mundo, más que particular y hermoso. Tanto el polvo que rodea al Djinn, como la arena del árido paisaje, convocan a un deleite visual; muy bien logrado.
Luego, tenemos la química de la dupla actoral. Swinton y Elba lanzan chispas interpretativas. Diálogos precisos y acertados, que caracterizan a ambos. Como se sospecha, el amor no tarda en llegar. Las elipsis marcan la evolución de la relación, y en ningún momento se sienten forzadas. También está el factor de la degradación del personaje de Elba, quién si no logra conceder los tres deseos se verá condenado para la eternidad. Es ahí donde entra la disyuntiva de Alithea. Ser liberada para ayudar al Djinn, o continuar su vida vacía, pero simple y sin problemas. El placer, que alguna vez fue, ahora llama a la puerta. Con esto me refiero al antiguo esposo de la mujer. El no creer en segundas oportunidades y la duda ante la presentación de un camino nuevo.
Tres relatos son contados por el Djinn, como se afirmó más arriba. Uno mejor que el otro. La progresión de los mismos se hace notar, y de buena manera. Engloban situaciones llenas de fantasía, y a su vez, sentimiento. Atrapan a través del guion y la puesta en forma. Me lleva a pensar que ningún otro realizador podría haber llevado a puerto estas historias. Miller es uno en uno en un millón. Ya en sus comienzos, con la saga de Mad Max, hasta la actualidad, logra crear mundos impresionantes, desde lo visual a lo narrativo.
Es por ello que recomiendo ampliamente el visionado de esta obra; y si es en una sala de cine, mucho mejor. Hoy en día el espectador prefiere ver todo desde la comodidad de su casa; pero aseguro, poniendo las manos en el fuego, que Érase una vez un genio debe ser apreciada en la gran pantalla. Ahora queda esperar por más relatos de Miller; siendo el más próximo, Furiosa, una precuela de Mad Max: Furia en el camino. Los brazos abiertos de cada cinéfilo/a te esperan, George. Ahí estaremos, con ganas de enamorarnos y sorprendernos, una vez más.