Por Juani Villano
Título original: The Unbearable Weight of Massive Talent
Duración: 107 min.
Ficha técnica:
Dirección: Tom Gormican/ Guion: Tom Gormican – Kevin Etten/ Producción: Kristin Burr – Nicolas Cage/ Dirección de fotografía: Nigel Bluck/ Montaje: Melissa Bretherton./Música: Mark Isham.
Elenco: Nicolas Cage – Pedro Pascal – Tiffany Haddish – Sharon Horgan
“I´m Nick FUCKING Cage”
Cine sobre cine (o metacine) es un género común en el séptimo arte, y Nicolas Cage se ha sabido mover en él previamente (El ladrón de orquídeas). En esta nueva entrega, con el protagónico de dicho actor, se encuentra un ejercicio de mirada interna y reflexiva sobre lo que es la pérdida de la gloria y la consecuente búsqueda de la permanencia en la fama. El peso del talento (2022) narra el relato de Cage (así es, se interpreta a sí mismo), el cual se encuentra en un vacío y estancamiento en su carrera. Luego de que le llega una invitación para asistir al cumpleaños de un millonario (Pedro Pascal), y fan suyo, en su mansión, se llega a una serie de hilarantes eventos que desencadenan en una trama de acción, espías y comedia.
El oficio del realizador Tom Gormican es notable. Ya sea a la hora de hacer reír a la audiencia, como tocar temas autorreferencialess por parte del protagonista. Es más que claro que un espectador activo y que conozca la trayectoria de Cage, disfrutará con un plus algunos chistes, pero no es un gran fallo, se puede denotar aquellos gags al momento de escucharlos y asimilarlos. Tampoco faltan aquellas referencias cinematográficas, muy disfrutables y precisas, desde El Gabinete del doctor Caligari (1920) hasta Paddington 2 (2017).
Luego, se tiene al trabajo actoral del protagonista. La denominada sobreactuación cumple un papel clave en la construcción del personaje. Nunca se siente forzada o incómoda; se trata de un ítem principal a la hora de hacer reír. De la mano va la capacidad de Pascal para demostrar gestos cómicos. Con tan solo un levantamiento de cejas las risas no tardan en llegar. Es la química entre dichos actores lo que más llama la atención en esta obra. Los momentos entre ambos son muy interesantes y emanan vivacidad. Desde ver una película infantil juntos, a estar drogados y perseguirse paranoicamente por la presencia de una pareja de ancianos. La dupla convierte al filme en una buddy movie; una joya cómica de esta la última década.
También la progresión dramática del personaje principal abarca la temática de pensar y convertirse en un buen padre. Borracho y sin dejar hablar a su familia, Cage cumple un rol negativo. Es a través del relato que va cambiando y aprendiendo a ser tanto un actor genial como una buena persona.
Como se expresó en líneas anteriores, no es la primera vez que Nick Cage ahondó en los mares de la metaficción. Cabe recordar la brillante película de Spike Jonze, El ladrón de orquídeas (2002). Ahí, interpreta a dos gemelos; uno optimista y un tanto idiota, y otro callado, tímido y sumamente inteligente. Ahora, en El peso del talento hay pequeños segmentos en el que el personaje principal habla con su versión cool; un Cage más joven, de pelo largo y chaqueta de cuero. Estas intervenciones, además de ser muy graciosas, permiten ver el lado interno del actor; donde se encuentra sumido en un profundo dilema interno y del cual le cuesta salir.
Esta es una gran película, no cabe duda. Es perspicaz, cada personaje cumple un rol determinante en el fin último, hacer reír. Tanto fans de Cage, como espectadores en pos de pasar un buen rato, van a disfrutar dicha obra. La comedia continúa presente y viva en la industria mainstream, y esta es una clara prueba de ello.