Por Javier Carrizo
FICHA TÉCNICA:
Título original: Late Night with the Devil Año: 2023 Duración: 93 min. País: Australia Género: Terror Dirección: Cameron Cairnes, Colin Cairnes Guion: Cameron Cairnes, Colin Cairnes Reparto: David Dastmalchian, Laura Gordon, Ian Bliss, Fayssal Bazzi, Ingrid Torelli, Rhys Auteri. Música: Glenn Richards Fotografía: Matthew Temple Compañías: Future Pictures, Image Nation, Spooky Pictures. Productor: Joel Anderson
Realizada por medio de un preciso metraje encontrado que se entrevera con el registro fílmico de la nueva producción de los hermanos Cairnes: los que nunca salieron de Australia hasta ahora, para narrar historias competentes a sucesos norteamericanos. El nostálgico ejercicio posmodernista de revisitar ese pasado perdido pero reinterpretado con las ambiciones del anhelado sueño americano, amplía sus fronteras culturales, y en una oda al buen gusto por el diseño, detenta una trascendental crítica al capitalismo. ¿Recuerdan a un personaje de El Caballero de la Noche (2008) de Christopher Nolan, al que desenmascaran pensando encontrar al Guasón? El hombre detrás del disfraz es David Dastmalchian, interpretando a un matón del payaso, y en esta ocasión a Jack Delroy, el conductor televisivo siempre segundo en el rating. Durante la noche de Halloween de 1997, en el Late Night del mencionado, hubo un suceso que nunca fue transmitido: una posesión demoníaca en directo. A partir de un auspicioso collage de found footage, la magia del cine converge a convertirse con esas herramientas, en un programa de tv en vivo que deriva a una experiencia genérica perfectamente concebida, gracias a un agraciado casting con importantes interpretaciones, y a una recreación mimética que conserva el espíritu de esos años. Probablemente la producción más novedosa en lo que va del período en la especialidad, y que mayor ilusión suscita entre los adeptos, porque si bien da cuenta de las convencionalidades de la jerga, no fomenta sus más grandes atributos desde ese punto, sino que se regodea con todo lo que el mecanismo le ofrece para ceñirse como tal. La construcción de las emocionalidades que se oponen y emparentan a la vez, a las bases del consumo y el capitalismo, transitan el proceso para erigirse en una cimentación dramática que le otorga una dinámica distinta, al cine de terror u horror al que estamos acostumbrados. Por eso después del doloroso fallecimiento de su esposa, un regreso fallido lo trae de vuelta a su programa, pero ante la amenaza de quedarse fuera del aire, decide citar entrevistados peculiares. “Nada malo puede pasar en la televisión”. Los hermanos australianos demuestran saber manejar una tensión que contiene toda la tensión del espectador, para que De Noche con el Diablo se transforme en una de las producciones cinematográficas más distintivas de estas vacaciones de invierno.