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Ciclo de cine

Por Gerónimo Rivera Cano

Se viene del 14 al 23 de Febrero un ciclo con los largometrajes de Tarkovski en el Teatro San Martin, la sala Leopoldo Lugones, CABA. Entrada general a 4000$

Una imagen vale mas que mil palabras. La casa en miniatura y la casa incendiada. La nada de rededor. El árbol que antes de ser madera esta siendo plantado, muerto.

«Todo regalo requiere de un sacrificio, sino ¿que tipo de regalo es?» dice palabras mas palabras menos en unos de los diálogos el Cartero de El Sacrificio. El regalo es un mapa de Europa enmarcado. Un mapa original de Europa que data los 1600s. Lo bajan de la bicicleta, dejando la bicicleta caer. La escena guarda el misterio, se nota que es algo contenido dentro de un marco.

Lo bajan de la bicicleta entre dos personas, frente a la casa centro o periferia de la vasta planicie desértica donde solo sopla el viento y desciende la neblina. El cuadro en cuestión es presentado a los espectadores de forma directa. El mapa de Europa. 1600s.

Esta escena es ya avanzada en el relato. Pero vale la pena tenerlo como eje: El mapa, su profundidad, lo que significa por su dibujo, por su finalidad buscada a partir de su representación; como fue imaginado y expreso la cartografía, así es antes la forma adoptada por el enfoque, la manera de disponer la cámara el director.

Desde el principio hay un cuidado de los personajes que se presentan a escena. Guardan en secreto las identidades de estos. La profundidad es una linea que oscila de izquiera a derecha, no se mete la cámara, no persigue, tan solo ondula, va y viene, sigue a quien habla o se mueve, pero sin mover el lente para atras o para adelante. No. Tan solo de izquiera a derecha.

La profundidad son los ambientes. Amplitud. Vacío colmado de viento. Mucho viento. Se mueven los pastizales. Se mueven las cortinas. Se mueven los manteles. Se mueven los árboles. Se mueven las copas. Se oyen misiles silbar. Pero no se ven.

El sacro oficio del encuadre perfecto. Darle dimensión sagrada a algo. Eso es un sacrificio. Una entrega dimensional. Con el ápice de hacerlo sacramental, ritualizar la entrega. La cosa entregada. Offret. Ofrenda. Ofertorio. Responder a una demanda.

El presente titulo tiene mucho de teatralidad. Como de religión. Oportunidades y esperanzas. Deshacerse del ego, desidentificarse con el yo.
Querer obtener un mordisco del fruto de la obediencia. Un mensajero que da sus palabrerías de aquí allá; sus alegorías y metáforas; la salvación, la salida; los salmos, las buenas nuevas, y más… ¿Nos resuena algo conocido?

Dicen de este filme dirigido y escrito por el Soviético Cineasta Andréi Tarkovski fue hecho antes de sucumbir frente la enfermedad; ¿una premonición de la cercanía de la muerte? ¿Una muestra egocéntrica de sufrimiento? Por ahí un poco de todo; lo único que se asemeja a esta notable historia de tonos fríos, que a veces llegan a ser helados; de planos largos y vastos, interminables; historia de un solo día donde el sol solo asoma pocas veces y parece que la noche es eterna; es el disco Black Star de Bowie, salido hartos años luego de este filme.

Ni guerra fría, ni bomba nuclear. Se nota que para este director el tiempo no existe al momento de desarrollar una historia; no hay apuro. Para hoy, el producto de este autor bien podría ser clonazepam cinéfilo.

Acá los elementos construyen una narrativa que contiene una historia contada alegóricamente y hecha un mix de situaciones. Situaciones alegóricas que trazan historias contadas para crear una narrativa común. Un hilo.

Rehace el jardín del mito con sus propias manos; lava sus culpas a través de las imágenes, las palabras y los planos; levita en la cama materna; hace cetro de la historia a un Peugeot volcado y todo en pos de redención a nuestros ojos. Nuestros y nosotros; siempre actuales y pasivos buscando misterio, vitoreando a Alexander a que siga corriendo eludiendo los médicos; para luego nosotros buscar psicoanalistas que nos quieran por dinero, es decir, nos quieran a cambio de brindarles el fruto de nuestro sacrificio.

Quizá le tenemos envidia.

Alexander se anima a no darse a la fuga, a sentarse a observar el fuego que convirtió su casa luego de haber perdido las llaves de la misma. Solo le faltó haber manejado la ambulancia.

El sacrificio
(Offret; Suecia/Reino Unido/Francia, 1986).
Dirección: Andréi Tarkovski.
Con Erland Josephson, Susan Fleetwood, Valérie Mairesse.
(149’).

Publicado en De hoy y de siempre

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