por Vanina Suárez
Origen: España
Plataforma: Netflix
8 Capítulos
Ficha técnica:
Dirección: Laura Sarmiento, Verónica Fernández, Jorge Torregrossa, Koldo Almandoz, Ben Gutteridfe, Marta Font/ Guion: Laura Sarmiento, Verónica Fernández/ Música: Aitor Etxebarria
Productora: Txintxua Films, Netflix España. Distribuidora: Netflix España
Malen Zubiri (Itziar Ituño) es una abogada con una incipiente carrera política que está pronta a dar a conocer su candidatura como alcaldesa de su ciudad pero sale a la luz un video íntimo sexual de ella, el cual afecta principalmente a su marido e hija. Ella debería ser la víctima pero se convierte rápidamente en la culpable, ya que es acusada, observada y juzgada por ser mujer, casada y con un cargo político importante.
A la historia de Malen se le suma el caso de Ane (Verónica Echegui), la operaria de una fábrica que se suicida después de que un video sexual circulara de manera indiscriminada por su lugar de trabajo; su hermana (Patricia López Arnaiz) es quien desconcertada por su decisión encamina el engranaje que la une con Malen y otras mujeres. A la misma trama se le suma el personaje encarnado por Ema Suárez, una asesora política que intenta encaminar la perdida carrera de la candidata, Ana Wagener como una policía experta en informática quien se hará cargo de las investigaciones para encontrar al culpable de difamación, la joven Yune Nogueiras como la hija de Malen a quien le repercute la exposición de su mamá y también debe replantearse algunas cosas de su propia vida.
Intimidad cuenta con un enorme elenco de actrices que, además de ser todas fantásticas y precisas en sus trabajos, cada una de ellas les pone una impronta particular que hace que toda la trama pueda funcionar de una manera aunada como si fuesen piezas de un rompecabezas que se concretará llegando al final. La serie se mete de lleno en la vida privada de las personas y en sus círculos íntimos, quienes a veces difundiendo, riéndose o sin hacer nada, se convierten en cómplices y motores de una máquina que luego es muy difícil de frenar. Jefes, compañeros de trabajos y el resto de la sociedad, todos colaboran a que mujeres expuestas a situaciones similares transiten una delgada y frágil línea entre la intimidad y la vida pública. En la trama se van torciendo algunos discursos, unos encaminados hacia el apoyo a las verdaderas víctimas y otros quedan estancados en una falsa inocencia, como si el no hacer nada o el no tener una intención categórica los separaría de un camino de responsabilidad compartida.
El personaje de Ane, de quien sabemos desde el comienzo que se quitó la vida, será con una voz en off quien apele a ser la conciencia del resto de los personajes y quien nos irá sumergiendo en los debates internos que las protagonistas tengan consigo misma e, incluso, nos interpelará a nosotros los espectadores.
En esta historia, la ética y la moral pelean cuerpo a cuerpo con el resguardo de la vida privada y nos pone frente a un espejo para que todos pensemos qué haríamos en un lugar de igual calibre. Malen cuando debe pararse frente al público luego de que se conozca el video dice: «Tengo pudor pero no tengo vergüenza». Y eso es lo que todos deberíamos aprender. Nadie es dueño de la intimidad de otros, ni es juez puertas adentro de cualquier vida.