Por Javier Carrizo
24º FESTIVAL DE CINE ALEMÁN
FICHA TÉCNICA: Título original: Gondola Año: 2023 Duración: 82 min. País: Alemania Género: Romance. Drama. Comedia Dirección: Veit Helmer Guion: Veit Helmer Reparto: Mathilde Irrmann, Nino Soselia, Zuka Papuashvili. Música: Malcolm Arison, Sóley Stefánsdóttir Fotografía: Goga Devdariani Compañías: Veit Helmer Filmproduktion, Natura Film, Saarländischer Rundfunk (SR), Westdeutscher Rundfunk (WDR), Bayerischer Rundfunk (BR)
Hay veces en las cuales estar en este lugar, es mucho más difícil que en otras ocasiones. Y principalmente porque no siempre uno se cree capaz de hallar la distinción exacta para transmitir al lector. Pero esa instancia dubitativa, surge a partir de no caer en la descripción frívola y repetitiva, sobre aquello que puede adjetivizarse con calificativos de esplendor y belleza. La circunstancia le abre las puertas a la sorpresa, aunque el ojo de la experiencia se haya posado en esta producción en particular, por medio de la expectativa previa que aunque sea una imagen promocional, me haya permitido dirigir mi mirada e interés sobre la misma. Góndola, además de ser un perfecto oasis plagado de encanto generador de oxitocina, es el nuevo trabajo de Veit Helmer que fue filmado durante la pandemia entre las montañas y valles de Georgia, y que suma a su prestancia, el genuino atractivo de la actriz y modelo Mathilde Irrmann como protagonista.
La sensualidad de la figura es la representación entre las especialidades cinematográficas, que en esta puntual realización, asume con gallardía ser el referente de toda la sublimidad que se aprecia. La película sin diálogos que transcurre entre las majestuosas montañas de Georgia, narra la historia en la que un teleférico conecta un pintoresco pueblo con una ciudad escondida en el valle. Dos góndolas, en constante movimiento, se cruzan a mitad de camino cada media hora. En esos momentos fugaces, Iva y Nino, las dos carismáticas azafatas de cabina, coinciden en el aire por unos breves segundos. Lo que comienza con saludos rutinarios se transforma en una conexión profunda y auténtica que trasciende la amistad. Es en ese transcurrir en el aire, en el que las intérpretes en los transbordadores interactúan, cuando el montaje concede entrever una pequeña sensación de exigida continuidad. La respuesta a ello según el propio director, es que no existían dos góndolas como se puede ver en el film, sino una sola, y ese “salto” visual corresponde justamente al esfuerzo para que eso no pueda apreciarse.
El sobresaliente trabajo de fotografía propuesto por Goga Devdariani, en los que diferentes lentes ópticos se adaptan al diseño de los vistosos planos enunciados, son correspondidos en un bosquejo de arte que se sustenta desde el movimiento de las grandes poleas, como por las líneas en declive que conforman las estaciones de las góndolas, en equidad con la caída de los cerros.
Este precioso film romántico que rinde homenaje al cine clásico, donde el sonido ambiental añade una tercera dimensión a las escenas, es un relato sencillo y audaz, que cumplió el rol de ser la joya escondida de la grilla de la ya finalizada 24ta edición del Festival de Cine Alemán en Buenos Aires.