Una mezcla de influencias y un suspense sin salida.
Por Tomas Emanuel Brunella.
@josehumano8
Daniel de la Vega es un referente del cine del horror nacional. Se adueñó de una popularidad de nicho, más en los últimos años con una cierta popularidad del boca en boca o en festivales de género. Aunque no llegando a cuotas masivas, pero si de un cine con buen presupuesto, que se codea en un ambiente que ama desde lo que se menciona como clase B hasta el horror mas potentoso en maquinaria fílmica.
De la Vega filma en ciertos lugares, con cámaras que le permiten una cuidada puesta en escena, con una fotografía luminosa en sus lentes y sacándole jugo a sus ideas, que vienen desde lo paranormal; pero más que nada se cruzan con las instituciones religiosas, o mejor dicho con la fe. Siempre es un imán que su autor lleva en sus propuestas, como si sintiera que dentro de ese crucifijo, se encuentra la vena inquieta de lo peor también.
Pareciera ser fanático de los giallos, esos films de terror Italianos que marcaban una cuota elegante, y en el mayor de los casos absurda, pero dentro de ese fílmico, guardandl disparatadas propuestas, pero a la vez un horror muy físico, y potente para ser visto.
El Último Hereje tiene, para mí, una cuota cómica y dentro de ella un guion acotado y un protagonista que no logra llevar todo el peso, pero su entretenimiento se basa en una mezcla de referencias y que no vuela exagerando mas allá de lo que puede alcanzar. Se notan influencias de Misery en sus mejores momentos. Pero aun asi, la situación, el caos, y más alla de todo, tiene su punto de fuerza, ya que no se sabe en que puede terminar. Da giros sin lograr ser cansino sino muy entretenido; es su propia situación dentro de su horror, mas que sus personajes.
A pesar de todas esas influencias, se busca un horror a lo suspenso y que en sus momentos falla, pero que no desagrada, juega lo que quiere jugar. Su giro de tuerca, es lo que da el envión, para que la película funcione, eso, dentro de lo que quiere ser, o hasta lo que puede llegar a ser.