Por Javier Carrizo
Ig: nada_pasara
Ficha Técnica:
País: Francia/ Año: 2020/ Género: Comedia dramática
Dirección: Emmanuel Courcol/ Guion: Emmanuel Courcol, Thierry de Carbonnnièrs/Producción: Marc Bordure, Robert Guédigian/Música: Avril/Fotografía: Yann Maritaud/ Montaje: Guerric Catala
Reparto: Kad Merad, Marina Hands, David Ayala, Lamine Cissokho, Sofian Khammes, Pierre Lottin, Wabinlé Nabié, Aleksandr Medvedev, Said Benchnafa, Laurent Stocker.
Emmanuel Courcol encabeza la exhibición de la propuesta de la incongruencia y del sin sentido que conglomera el teatro del absurdo, con una sensibilidad digna de quien ama el cine por sobre cualquier otro tipo de representación artística.
Esa conclusión, la establecen los ciento cinco minutos de duración de un film entrañable, y que trae una vez más en éste festival de cine francés, una importante reflexión bajo el brazo.
En la misma, Ettiene (Kad Merad), es un actor de teatro devenido en director para la ocasión, que se ficciona a partir de la experiencia real del director noruego Jans Jonson, al poner en escena la obra de Samuel Beckett “Esperando a Godot”, en 1985.
En El Triunfo, Ettiene se hace cargo del pequeño grupo de teatro de una prisión, para llevar a cabo con más dificultades que desembarazos, la obra del dramaturgo susodicha.
Las distintas acepciones psicológicas del mundo que se conforma por cada integrante que actúa para la misma, emplazan dimes y diretes entre los allí congregados, y determinan un inmenso logro para concretar una comedia dramática que interpela a un espectador que se sorprende cada vez más con el correr de los minutos.
Es decir, esas construcciones psicológicas exigen una naturalización de la confección de los allí presentes, y obtienen como resultado una mayor correspondencia con aquello que se concibe como dentro de una posible realidad.
En el trayecto, el ego de su protagonista por llevar acabo la obra, desempolva las distracciones de Etienne respecto a los objetivos de su familia, ya que el personaje parece dispuesto a cualquier cosa con tal de lograr su objetivo.
Lo que no se presenta como un inminente conflicto, se convierte en el mismo a partir de las ambiciones del personaje interpretado por Kad Merad.
Y esa situación que se establece como entretenida, adquiere una posición dramática cuando el relato toma vuelo y algidez.
Quizás sea por ello, que el espectador se compromete aún más con lo narrado, cuando los sucesos se tornan serios y con un rango de mayor virilidad.
Esa seriedad que le otorga la hibridación genérica, es la que convierte a la obra de Courcol, en aquella que logra el premio a la mejor comedia en la 33ra edición de los galardones del cine europeo.
Para quien conozca la historia acerca de la obra de Jans Jonson, el final guarda con recelo, algo más que aquello de lo que ya se sabe con anticipación.
Hay un lugar para la emoción, y la metáfora sabe esperar por su momento.