Crítica: Die My Love (2025), “Eln amor nos va a separar..”
Por Tomas Emanuel Brunella.
Cómo se acerca uno al duelo de uno mismo, de la decadencia de ese sacrificio putrefacto
que significa el amor sin tacto. A listado preferencial, decir que soy de los que están para Lynne Ramsay, es así, fanático de su obra, preferencialmente sus dos primeras películas; «Ratcatcher» (belleza inmensa) y «Morven Callar» Esta última podría ser una buena rima junto a la que hablaremos, en el ejercicio de mujeres entregadas al ataque de nervios, hombres que obran de ausencia, por ser seres de carencia humana, y mujeres que afligidas por esa bajada de linea moral, abren la ruptura.
«Die My Love» no es más que una adaptación literaria a la obra de nuestra argentina Ariana Harwicz, novela del 2012; escritora afilada y cruda en visión del mundo, donde los detalles se sienten punzantes y sus personajes laten en heridas.
Algo que al fin y al cabo conjuga perfectamente en la cineasta Británica, que bajo su torrente de narración visual, desprende lirismo en sus simbologías.
Tanto Ramsay se une a lo escrito por Harwicz, como también encuentra en un nihilismo rural, bajo esos deberes del
«ser» que la mujer es encadenada: esposa, madre, íntegra y un todo para la sociedad como para la permanencia de una relación con un hombre.
Ramsay sugestiona la imagen, la desenfoca, la vuelve gris en su nocturnidad, y cansina
hasta el hastío de su protagonista.
La obra son ellos dos, Grace y Jackson, que se mudan a una vieja casa en medio del
campo, cedida por el tío de él. Ni bien se adaptan, bajo el idilio carnal, terminan teniendo un hijo. Desde ahí, desprende ese desfavorable panorama para ella, ya que Jackson tanto por su trabajo y cuenta de él, empieza a aparecer más ausente, y la tensión de la vida doméstica empieza a ser brutal. Grace comienza a quebrarse, entrando en una psicosis desencadenada de una maternidad con la que siente incapaz, un postparto que la deprime hasta la coronilla, y un acto de desaire de su compañero, que se vuelve una espiral de
comodidad..
¿Qué hacen juntos?, es un piloto automático? ¿Dónde quedó ese equipo o esa construcción de a dos?; todo se remonta a un estado de ánimo cansino, donde nuestra protagonista le resulta un chillido desagradable, el film prodigio de su visual, resulta de colores pálidos y un naturalismo sucio para no mentirle a su cine.
Pattison esbárbaroaro, como también Spacek, aunque sabemos que el rótulo desafiante y el todo de esto es Jennifer Lawrence, una actuación soberbia, que escala descompuesta en frustración y una necesidad latente.
Llora, ladra, explota, se desangra, rompe todo y gatea por doquier en búsqueda de ser vista como eso, como un ser de querer, admirar.
Lawrence está brutal, a esencia de Rowlands en «A Woman Under the Influence,» su destrucción es un grito de alerta, una necesidad de alivio, de respirar dentro de la propia autodestrucción, sublimarse para poder huir. Atrapada en madre, olvidando su ser, su profesión, bajo un amor, que más allá de la infidelidad, la atrapa como objeto machista de comodidad, de amueblado de hogar. ¿A eso se resigna la vida?, solo por ser madre, solo por amor se cae en obligación?
El funeral de la cordura es excesivo, sube y baje con una inestabilidad emocional potente, y a veces esa metralleta de ideas, tiene algunas que desentonan fuerte, o no terminan de funcionar, mas bien vuelve caricatura el desgarro, capaz recalculando funcionan, y otras no; el subrayado de lo que es Lakeith Stanfield aquí resulta poco creíble, o el punto débil del film.
Más allá de eso, fantasía y símbolos se pasan, qué es y qué no, en esa
catarata en honor a un duelo presente de ella misma.
La imagen se vuelve liquida en esa narración absoluta en su instinto, mas que las palabras, Los gestos y dolores… y pese que algunos rumbos resultan dudosos, y otros hasta el hastío, el film toma un cuerpo desafiante, un desquicio con ritmo y humanidad hacia su personaje,
que nunca deja de seguirlo, amarlo en su catarsis, entenderlo.
El amor nunca es suficiente, las palabras se vuelven inocuas y los humanos necesitan mas verse realmente a los ojos.
PD: Veanla y sacad sus conclusiones, pero la experiencia amerita sea lo que sea a uno que lo lleve
























